José Serra prepara el último asalto en Brasil
Para el contrincante de la oficialista y favorita puede ser el fin
A Lula da Silva no se le debió ocurrir durante años la idea de que podía llegar a ser presidente de Brasil. A Dilma Rousseff, la elegida por Lula para sucederlo, seguro que ni tan siquiera se le pasó por la cabeza hasta hace bien pocos meses.
Quien lleva muchos años contemplando la presidencia como un objetivo al alcance de la mano es José Serra, el hijo único de unos inmigrantes calabreses, que siempre tuvo clara su vocación como gestor político, desde su etapa como representante estudiantil, a principios de los 70, hasta su última función como gobernador del estado de Sao Paulo.
Serra, con casi 50 años de carrera, llegará, el domingo 31, a la apuesta clave de su vida, donde arriesga el todo por el todo. Con 68 años, una derrota frente a Dilma Rousseff (como predicen los sondeos) puede significar su fin como uno de los políticos más influyentes que ha tenido Brasil en las últimas décadas.
«José Serra está acostumbrado a ganar y a perder, pero esta no sería una derrota o una victoria más. Será la definitiva», aseguran en su entorno personal. Si gana, porque habrá alcanzado, por fin, su meta. Y si pierde, porque es difícil que recupere el mando en el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), donde esperan otros candidatos, más jóvenes e igualmente ambiciosos.
Es curioso que algunos sondeos asocien a José Serra con la derecha, porque toda su vida ha estado relacionada con la izquierda moderada.