Los jóvenes que estaban en huelga de hambre en Caracas desde inicios de febrero anunciaron ayer que levantaban su protesta, que provocó reacciones internacionales, y consideraron que el Gobierno había comenzado a atender sus exigencias.
«Así como el Gobierno dio señales de respuesta a nuestras exigencias (…) en estos momentos se levanta la huelga de hambre dando cumplimiento a nuestra palabra», dijo a la prensa Larent Saleh, uno de los líderes de la protesta.
«Hasta el día de hoy son muchos los logros que hemos obtenido», aseguró ayer Saleh, para luego anunciar que hoy participarán en una «mesa de diálogo» con el ministro de Interior y Justicia, Tareck El Aissami.
Sin embargo, los cerca de 80 jóvenes que se habían ido sumando a la huelga de hambre desde principios de mes no lograron uno de sus objetivos fundamentales: que una misión de la Organización de la OEA revisara la situación de varios políticos presos y el respeto a los derechos humanos en Venezuela. Al respecto, Saleh dijo que el logro de los huelguistas radica en que «en el seno de la OEA están discutiendo los problemas de Venezuela».
«Queremos velar por todos los presos que están en las cárceles venezolanas, a quienes se les violan sus derechos humanos», continuó el joven, que aseguró que gracias a la protesta fueron revisadas las condiciones de reclusión y el estado de salud de varios presos políticos en el país. El viernes el grupo de jóvenes acompañará a El Aissami a un recorrido por una cárcel de Caracas.
La semana pasada, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, dijo que había solicitado «numerosas veces» ir a Venezuela para atender las demandas de los huelguistas.