El general Kim Jong-un, hijo menor del líder norcoreano Kim Jong-il, está llamado a convertirse en la tercera generación que lidere el anacrónico régimen comunista de Corea del Norte, pese a no haber alcanzado aún la treintena.

Kim Jong-un no había sido siquiera nombrado en medios oficiales norcoreanos hasta que ayer la agencia KCNA informó de que su padre lo designó general con cuatro estrellas del Ejército, un paso sin precedentes que lo señala como posible heredero tras más de un año de rumores.

El joven, cuya edad ronda los 27 años, es hijo del «amado líder» Kim Jong-il y nieto del «eterno presidente» Kim Il-sung, fundador de Corea del Norte, un país que se ha mantenido fiel a un sistema totalitario y personalista desde el fin de la II Guerra Mundial.

Desde que se conoció que Kim, de 68 años, sufrió un derrame cerebral en agosto del 2008 han aumentado los rumores sobre el inicio de un proceso de sucesión al frente de la única dinastía comunista del mundo, y su hijo menor, y favorito, es el mejor posicionado.

Kim Jong-un es hijo del actual líder norcoreano y de su tercera mujer, Ko-Young-hee, una ex bailarina que falleció de cáncer el 2004 y a la que los expertos consideran el gran amor de su vida. Pasó una adolescencia privilegiada, bajo seudónimo, en escuelas de Suiza donde llevó una vida acorde con su edad sin levantar sospechas entre sus compañeros.

Se cree que con su promoción militar, Kim Jong-il lo posiciona como su heredero por delante del primogénito Kim Jong-nam (39), que cometió el grave error de ser descubierto en su intento de entrar a Japón con un pasaporte falso para visitar el complejo Disneylandia de Tokio.