La presidenta argentina, Cristina Kirchner, y su marido, el ex mandatario Néstor Kirchner (2003-2007), encabezan un acto popular de rechazo a la orden de la Corte Suprema argentina de restituir a un fiscal en la provincia de Santa Cruz, feudo de la pareja.

Los Kirchner estarían acompañados en el palco del mitin en la ciudad sureña de Río Gallegos por 15 de los 24 gobernadores de provincias, incluido el anfitrión, Daniel Peralta, de Santa Cruz (Patagonia, sur), cuya intervención reclama la oposición en el Congreso tras el fallo de la Corte.

En abierta desobediencia al dictamen del máximo tribunal, los Kirchner y Peralta se rehúsan a reponer en su puesto al fiscal Eduardo Sosa, a quien Néstor Kirchner echó hace 15 años cuando gobernaba su provincia natal, lo que impidió una investigación independiente de cuentas fiscales.

«¡No al golpe, no a la intervención federal de Santa Cruz!», rezaban carteles que empapelaron las paredes de la capital santacruceña, en cuyo estadio cerrado Boxing Club se concentraban miles de militantes del kirchnerismo.

La manifestación es la segunda del Gobierno en su puja con la Justicia, luego de la multitud de activistas que se congregó hace 10 días frente a los Tribunales para que el grupo de multimedios Clarín cumpla con la Ley de Medios y se desprenda en un año de algunas licencias de radio y Tv.

La Corte respondió que no se inmutaba ante el mitin y aceptó un amparo del grupo multimediático para contar con más tiempo que un año para restituir las licencias, aunque no indefinidamente.

Pero a pesar de advertencias y críticas, la confrontación con la Corte se trasladaba al sur, donde el oficialismo agita el fantasma de una intervención federal.