Una decena de trabajadores de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya se dedicó ayer a instalar mesas, sillas y equipos de luces y sonido en el salón dispuesto para que los magistrados lean mañana el fallo sobre el litigio que enfrenta a Nicaragua con Colombia.

El salón acogerá a unas 80 personas entre jueces, asistentes, agentes negociadores de las partes y asesores, así como a periodistas que cubran la lectura del segundo y definitivo fallo sobre el contencioso.

En 1928, Colombia y Nicaragua, entonces ocupada por Estados Unidos, firmaron el Tratado Esguerra-Bárcenas, que asigna al primero las aguas e islas ubicadas a partir del meridiano 82 hacia el este; un acuerdo que anuló la Junta Sandinista en 1980.