El Ejército de Mali, respaldado por fuerzas extranjeras, arrebató a los islamistas el control de la ciudad de Konna, en el centro del país, pero éstos han amenazado a Francia, el principal aliado de Bamako, con “hacerle pagar” su apoyo.

Aprovechando las dudas de la comunidad internacional, los yihadistas de Ansar al Din, del grupo Monoteísmo y Yihad en África del Oeste (Mujao) y de Al Qaeda en el Magreb islámico (Aqmi) lanzaron el jueves una ofensiva sorpresa contra Konna, tomando rápidamente el control de la región.

Se trata de la primera acción de este tipo por estos grupos desde que establecieron, en junio, su hegemonía en el norte de Mali, un territorio de aproximadamente 850 mil kilómetros cuadrados. Pero fueron rápidamente detenidos por las fuerzas malienses, apoyadas por la aviación francesa, que pararon el avance salafista y aniquilaron su resistencia. El ministro francés de Defensa, Jean-Yves le Drian, confirmó en París que helicópteros de combate y cazas bombardearon objetivos móviles cerca de Konna, y ayer en la madrugada destruyeron vehículos de las tropas fundamentalistas.

La reacción de los islamistas no se ha hecho esperar, tras sufrir lo que parece ser un serio revés a manos de las fuerzas malienses y francesas, y retroceder varias decenas de kilómetros. “Francia y sus cómplices pagarán caro este ataque. La lucha continúa y ganaremos nosotros”, dijo a EFE Sanda Ould Boumana, presente como el portavoz de Ansar al Din.

Hay una tensa calma y discretamente aumenta la seguridad para los residentes galos.