Una sexta región de Somalia ha sido golpeada por el hambre, la de Bay, en el sur, después de la sequía de magnitud excepcional que ha azotado todo el Cuerno de África, según ha informado ayer el Centro de Análisis para la Seguridad Alimentaria (FSNAU) de Naciones Unidas.

«Si continúa el nivel actual de la respuesta (a la crisis humanitaria), el hambre aumentará aún más en los próximos cuatro meses», ha advertido un comunicado del FSNAU. La organización ha alertado, además, de que la hambruna puede extenderse a todo el sur del país.

«Un total de cuatro millones de personas están en crisis en Somalia, incluyendo 750.000 que correrán peligro de muerte en los próximos cuatro meses, en ausencia de una respuesta adecuada» en términos de entrega de la ayuda, según añade la organización. «Decenas de miles de personas ya han muerto, más de la mitad eran niños», recuerda el FSNAU, en declaraciones recogidas por France Presse.

El estado de hambruna responde a una definición estricta de la ONU: al menos el 20% de los hogares se enfrentan a una grave escasez de alimentos, el 30% de la población está en un estado de desnutrición grave y una tasa de mortalidad diaria de 2 por cada 10.000 personas.

La región de Bay, la última en ser declarada en estado de hambruna por la ONU, está controlada por los insurgentes islamistas shebab, como la mayor parte de Somalia meridional y central. Incluida la ciudad de Baidoa, una de las principales en el país. A ellas podrían añadirse Juba central y el Juba meridional.