El Vaticano ha hecho pública el lunes una circular enviada a todas las conferencias episcopales del mundo en la que exhorta a los obispos y superiores de los institutos religiosos a «cooperar con las autoridades civiles» en los casos de abusos sexuales a menores cometidos por miembros del clero.

En la circular, el Vaticano ordena a las conferencias episcopales nacionales que elaboren, antes de mayo del 2012, unas «guías claras y coordinadas» para el tratamiento de los casos de pederastia cometidos por curas y religiosos.

Esos protocolos deberán ser sometidos a la aprobación de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que vigilará su legalidad, y si contienen normas vinculantes deberán pasar también el examen de «los dicasterios competentes de la curia romana», dice la circular.

El documento, redactado por la Congregación para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio) y firmado por el prefecto William Levada, es la respuesta del Vaticano a la «plaga» de la pederastia clerical, según la ha calificado el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, y marca las pautas a seguir en los países cuando los obispos tengan noticias de casos de abusos a menores.

En la conferencia de prensa celebrada en el Vaticano, Lombardi ha explicado que el documento pide claridad y rapidez a los obispos y superiores religiosos, y les recuerda que juegan un papel «fundamental» en la lucha contra «la plaga de los abusos».

El sacerdote jesuita ha afirmado que la carta permitirá «afrontar de forma clara, orgánica y adaptada a las situaciones locales» el problema, y ha añadido que se trata «de un nuevo paso muy importante para promover en la Iglesia la conciencia de la necesidad y la urgencia de responder (a los abusos) del modo más eficaz y clarividente».