La OTAN tomó una de las decisiones más ambiciosas desde su fundación en 1949 al aprobar un nuevo modelo de actuación en cualquier lugar del mundo y proponer un sistema de defensa antimisiles en colaboración con Rusia, su viejo enemigo.

En la cumbre de dos días inaugurada ayer en Lisboa, los gobernantes de los 28 países miembros aprobaron el llamado «concepto estratégico» con el que la Alianza reforzará su papel en el siglo XXI.

El documento, de 11 páginas, sustituye al aprobado en 1999 y abarca desde la reforma de la organización para abaratar costes, hasta su decisión de afrontar nuevos retos de la seguridad global, como el terrorismo, las ciber-amenazas o la piratería.

Al término del Consejo Atlántico celebrado en la capital lusa, el presidente de EEUU, Barack Obama, fue quien dio la noticia de que los miembros de la OTAN se habían puesto de acuerdo por primera vez sobre un sistema de defensa antimisiles que cubra todo su territorio y proteja a la población europea y norteamericana.

Tras conocerse extraoficialmente que Alemania y Francia también habían logrado resolver sus diferencias sobre la disuasión nuclear, mal vista por Berlín, el secretario de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, anunció la aprobación de la estrategia aliada.

La OTAN actuará en cualquier lugar donde considere que hay una amenaza para los países miembros más allá de sus límites geográficos. Entre los renovados objetivos está el de ampliar la cooperación con países y organismos.

Preparan la ruta para el retiro de Afganistán

Los 28 líderes de la OTAN pretenden hacer de esta cumbre una cita histórica con la adopción prevista además hoy de una hoja de ruta para traspasar entre 2011 y 2014 a las fuerzas locales las tareas de seguridad en Afganistán, actualmente en manos de unos 140.000 militares extranjeros.

«Vamos a iniciar una fase, con la transición hacia una responsabilidad afgana (de la seguridad), que empezará el 2011», dijo Obama. Así, los primeros efectivos de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) en Afganistán, integrada por todos los países de la OTAN y otros 20, empezarán a dejar el país el 2011, una década después de lanzar la guerra contra los talibanes.