La OTAN se prepara sin Francia para retirar tropas de Afganistán
Francia, socio clave de la mayor organización militar occidental, la Organización del Tratado del Atlántico (OTAN), retirará antes de fin de año sus tropas que operan en Afganistán desde 2003. Esto significa una mayor presión sobre los restantes socios, en especial EEUU.

En 2008, cuando el demócrata Barack Obama hacía campaña para llegar a la Casa Blanca, establecía para los votantes una distinción clara entre las dos guerras que le dejaría para gestionar su antecesor republicano George W. Bush.
La guerra de Irak, que había conducido a la caída de Saddam Hussein, era una “mala guerra”, nacida de la busca de unas inexistentes armas de destrucción masivas, mientras que la de Afgantistán, contra los talibanes fundamentalistas islámicos, era la “buena guerra” a la que había que drenar más y mejores recursos.
Guerras. Cuatro años más tarde, cuando el primer presidente negro en la Casa Blanca busca su reelección el 6 de noviembre contra el republicano Mitt Romney, el “buen belicismo” se ha morigerado. Tropas norteamericanas permanecerán allí aún hasta después de 2014, sólo porque así ha sido pactado con el gobierno del presidente afgano Hamid Karzai.
Francia, que el seis de mayo eligió como presidente al socialista François Hollande, retirará todas sus propias tropas ante de fin de año. Así fue decidido en dos días de cumbre de la OTAN, reunida el domingo y el lunes en la ciudad de Chicago, en el medio-oeste estadounidense, y cuna política del presidente Obama. Y así lo ratificó el mismo Hollande en suelo afgano, en una visita del viernes, relámpago y sorpresa, a la capital Kabul.
Los talibanes, en un pronunciamiento conocido en Afganistán sobre la cumbre de la OTAN, felicitaron a Hollande por la decisión. Anunciaron que continuarán con la Guerra Santa (“Jihad”) hasta hacer de Afganistán un nuevo Estado Islámico.
A la OTAN, entrenar a las tropas afganas para que se defiendan, y preparar diversas infraestructuras, costará unos 4100 millones de dólares al año, calcularon los expertos en Chicago. Con la crisis económica contemporánea, la Alianza Atlántica está buscando donantes. Los medios europeos y estadounidenses ya dan por hecho que Estados Unidos será por fuerza el primero entre ellos.
Además de la defección francesa, la Alianza enfrenta otras. El presidente paquistaní, Asif Ali Zardari, declaró que no quiere ser la puerta de abastecimiento de la OTAN hacia Afganistán. Pakistán sigue resentido por la captura de Osama bin Laden en su territorio en mayo del año pasado por fuerzas especiales de EEUU. La renuencia paquistaní ha dejado a la Alianza ante una auténtica crisis logística.
La Guerra Fría ofrece signos de recalentarse
Organización militar internacional creada tras los acuerdos de Bruselas de 1948 entre Bélgica, Francia, Luxemburgo, Países Bajos, Gran Bretaña, Estados Unidos y Canadá, la OTAN nació con un solo objetivo: formar una alianza ofensiva-defensiva ante la amenaza de la Unión Soviética comunista después de la Segunda Guerra Mundial. Fue la organización militar por excelencia de la Guerra Fría. El equivalente soviético fue el hoy disuelto Pacto de Varsovia. Poco a poco, se fueron uniendo a la OTAN aliados occidentales como Alemania, Dinamarca, Italia, Islandia, Noruega, España, Portugal o Turquía.
En la reunión de Chicago, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, primer ministro de Dinamarca desde 2001 hasta 2009, insistió junto al presidente Obama en el despliegue urgente de un escudo antimisil que protegería a Europa. La protegería, una vez más, también de Rusia. El presidente Vladimir Putin condena un escudo, cuyos misiles apuntan a Moscú.