El regreso de Michelle Bachelet mantiene en vilo a la política chilena ya que la expresidenta mantiene altos niveles de apoyo y, aunque guarda silencio sobre sus intenciones, parece claro que postulará a las elecciones de 2013 como la candidata de la concertación.

A 16 meses de las elecciones presidenciales de noviembre de 2013, Bachelet mantiene índices de apoyo popular que sobrepasan de lejos a cualquiera de los otros diez candidatos (al menos 27 puntos porcentuales), aunque es la única que aún no ha despejado la duda de si estará disponible para la carrera presidencial.

Su silencio, sin embargo, se ha transformado paradójicamente en una señal nítida, y tanto partidarios como detractores consideran un hecho probado que regresará al país como la abanderada de la Concertación. Las posibilidades de que se niegue a presentarse son hoy en día prácticamente nulas.

El oficialismo advierte que la exmandataria es el gran impedimento para no gobernar durante un segundo periodo. La gran pregunta respecto a Bachelet no es si se animará a presentarse, sino qué tipo de gobierno llevaría adelante en el caso de ganar.

De acuerdo con quienes han conversado con la expresidenta, ella ha llegado al convencimiento de que tendrá que hacer una gestión diferente que responda a otro ciclo de la política chilena, cuyo eje será la superación de la desigualdad.