La situación sanitaria en Haití se complica tras el temporal
Luto. El paso del huracán Tomas dejó 20 muertos y el cólera 544
El paso del huracán Tomas el fin de semana agravó la situación sanitaria en Haití, donde dejó 20 muertos en un país devastado por una epidemia de cólera que hace estragos entre los más de 1,3 millones de refugiados haitianos que perdieron sus hogares en el sismo de enero.
En su reporte de ayer, el Ministerio de Salud dio cuenta de 544 muertes por cólera y más de 8.000 hospitalizaciones en todo el país, y teme un agravamiento de contagios, pues las lluvias provocaron inundaciones y crecidas de ríos, y el mal se transmite principalmente por aguas contaminadas.
El balance del huracán Tomas aumentó a 20 muertos, 36 heridos y cerca de 6.000 familias damnificadas, indicó ayer la Protección Civil haitiana, que en su anterior reporte daba cuenta de solamente seis decesos.
La región más afectada fue el departamento de la Grand’Anse, en el sudoeste, con siete muertos y siete desaparecidos, según las autoridades de la dirección de Protección Civil. Unas 900 casas fueron destruidas y 5.000 dañadas en este departamento, que registra asimismo casi 6.000 familias damnificadas, agregó la agencia de socorro, precisando que fueron evacuadas 36.000 personas.
Luego de cobrarse 14 vidas a su paso el viernes por la turística isla de Santa Lucía, en el Caribe, Tomas castigó Haití con lluvias torrenciales y vientos de hasta 130 km/h durante el fin de semana que provocaron inundaciones y dejaron aisladas varias zonas del país, con el consiguiente riesgo de deslaves de tierra.
Muchas carreteras seguían cortadas ayer debido a las inundaciones y deslizamientos de tierra provocados por el paso de Tomas, que luego se disipó en el Atlántico.
«La evaluación de los daños prosigue», dijo ayer la directora de Protección Civil, Alta Jean-Baptiste. «Hay muchos daños, a nivel de rutas que están cortadas, y de plantaciones agrícolas que resultaron destruidas», señaló.
En Puerto Príncipe los haitianos estaban con el agua hasta los tobillos en algunos campos de desplazados que crecieron tras el terremoto que mató a 250.000 personas en enero y dejó a 1,3 millones sin hogar.
La peor parte se la llevó la ciudad de Leogane, que quedó completamente inundada, con hasta tres metros de agua acumulada en algunas zonas.
El brote de cólera apareció a mediados de octubre en Haití, que no registraba casos del mal desde hacía cien años, y movilizó una importante ayuda internacional. «Es fuera de las zonas más pobladas que la asistencia se volvió particularmente necesaria», indicó la organización Médicos Sin Fronteras (MSF), presente en Haití.
«Estamos muy preocupados por la propagación de la epidemia de cólera en las zonas rurales», explicó Kate Alberti, epidemióloga de MSF.
Un país precario y atribulado
Pobreza
Gran parte de los 10 millones de haitianos viven en condiciones precarias, siendo así vulnerables a los desastres naturales. Las laderas de las montañas han sido deforestadas para utilizar la madera de los árboles como combustible, incrementando el riesgo.