Joan Laporta volverá a ser el presidente del Barcelona once años después de dejar ese cargo, tras ser elegido este domingo en las elecciones del club azulgrana.

Laporta sucederá en el cargo a Josep Maria Bartomeu, que dimitió en octubre pasado y había ganado al nuevo mandatario azulgrana en las elecciones de 2015.

Este abogado de profesión, que tendrá entre sus principales prioridades convencer a Leo Messi, de seguir en el club, vuelve a tomar las riendas del club con la misión de devolver la estabilidad institucional y deportiva al club.

La tarea no le tomará de nuevas tras haber tenido un trabajo semejante en su primera época al frente del Barça entre 2003 y 2010.

La promesa de un cambio

El Barça estaba también entonces inmerso en una crisis deportiva, económica e institucional de envergadura, que había llevado a una sucesión de tres presidentes y dos juntas gestoras entre 2000 y 2003.

Antiguo miembro de la plataforma Elefant Blau, que se opuso a esos anteriores mandatarios, Laporta se presentó a las elecciones de 2003 prometiendo un «círculo virtuoso deportivo y financiero» para el club catalán.

Prometió también un título a final de temporada (2003-2004) cuando el club catalán no había ganado nada desde 1999.

A sus 41 años, Laporta arrasó en esos comicios con más del 52% de los votos, muy por delante de sus cinco rivales.

Empezó entonces su labor de reconstrucción con la llegada del joven técnico holandés Frank Rijkaard, heredero espiritual de Johan Cruyff, ex jugador y entrenador del Barça, cuya influencia sigue muy presente en el Camp Nou.

«Tengo bastante claro que mi padre votaría a Laporta», afirmaba recientemente Jordi Cruyff, hijo del mítico jugador holandés.

Junto a Rijkaard fichó al entonces prometedor brasileño Ronaldinho y tras una primera temporada gris, llegan el portugués Deco y el delantero camerunés Samuel Eto’o.

Golpe maestro: el Barça se corona campeón de la Liga 2004-2005, poniendo fin a una larga seguía e iniciando una senda de trofeos, que alcanzará su cenit con Pep Guardiola como técnico y la eclosión de Messi, junto a los Andrés Iniesta, Xavi Hernández, Gerard Piqué o Sergio Busquets.

En sus siete años al frente del equipo azulgrana, el «mejor Barça de la historia» como lo califican algunos, cosecharía 12 títulos, entre ellos dos Ligas de Campeones (2006 y 2009) y cuatro Ligas españolas (2005, 2006, 2009 y 2010).

Más allá de lo deportivo, este defensor de la independencia catalana, potenció «los valores con los que tradicionalmente se ha identificado el Barça: el catalanismo, el civismo, la solidaridad y la universalidad», recuerda el Barça.

Breve paso por la política

Fundador de un pequeño partido independentista con el que fue diputado en el parlamento regional catalán (2010-2012) y exconcejal en Barcelona (2011-2015), pero que ya abandonó, Laporta se muestra moderado en sus últimas declaraciones.

«No dejaré de pensar lo que pienso», decía en noviembre pasado Laporta, matizando que «el Barça tiene la grandeza de que podemos estar defendiendo los derechos de Catalunya e integrar a todos».

Tras siete años al frente del equipo azulgrana, en los que el presupuesto pasó de 170 a 405 millones de euros, Laporta llegó al término de su mandato.

Exitoso en lo deportivo, su primer periodo al frente del Barça se vio empañado por una moción de censura superada, unos negocios con la hija del expresidente de Uzbekistán, Islom Karimov, y un presunto caso de espionaje sobre varios directivos de la entidad.

Al abandonar el Barcelona efectuó su corta aventura política, pero en 2015 volvió a presentarse a las elecciones del Barça, siendo derrotado por Bartomeu al que ahora sustituirá en el cargo.

A sus 58 años, Laporta, divorciado y padre de tres hijos, vuelve a tomar las riendas del club para tratar de levantarlo con una primera misión de envergadura: convencer a Leo Messi de seguir visitiendo de azulgrana.