La relación entre Bolivia y Venezuela tienen un antes y un después al 2006, año en que el presidente Evo Morales asumió el poder político del país y con ello el afianzamiento de las relaciones con su similar venezolano, Hugo Chávez.

Más allá de la ayuda económica y las decenas de acuerdos que se firmaron entre ambos países, la relación de amistad entre ambos mandatarios marca un escenario diferente del diplomático, donde las reacciones y expresiones de uno y otro jefe de Estado, respecto a un determinado tema, direccionaron la atención pública a otra esfera.

La famosa frase de Hugo Chávez de convertir a Bolivia en la próxima Vietnam, es una muestra de un apoyo irrestricto que tiene Venezuela con el país, sobre todo en una antípoda a la ideología de Estados Unidos, vilipendiada en más de una oportunidad por los países bolivarianos encabezados por Chávez.

«Si tuviéramos que crear un Vietnam, dos Vietnam o tres Vietnam, aquí estamos dispuestos», dijo Chávez en septiembre de 2008, a tiempo de advertir con intervenir militarmente en otros países para instaurar «el poder popular», al referirse a las rebeliones en Bolivia contra el Gobierno de Evo Morales.

Pero los comentarios de Chávez sobre la situación de Bolivia se remiten, incluso, cuando el presidente Morales convocó a la Asamblea Constituyente el 2006 y que generaron en 2007 airadas protestas de sectores que pedían la capitalía plena para Sucre entre otras observaciones al proyecto de Carta Magna, lo que derivó en enfrentamientos y otras acciones que ponían en riesgo al Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS).

«La oligarquía que hoy mismo está conspirando contra Evo, en Bolivia, es la misma oligarquía que ha conspirado aquí contra Venezuela, contra nuestro Gobierno, es la misma que aquí dio un golpe de Estado, impulsada y financiada por el Gobierno norteamericano como está ocurriendo en Bolivia», decía Chávez sobre la situación de Bolivia, en septiembre de 2007.

Pero entre lo más resaltable de la relación Morales – Chávez, es un apelativo que incluso disgustó a algunos diputados del MAS: «el indio», como lo llamaba el mandatario venezolano al presidente de los bolivianos.

«En Bolivia tuvo su asiento una de las civilizaciones más antiguas de este mundo: la civilización aimara, india. Evo es un aimara. ¡Vivan los indios! Nosotros somos indios con orgullo, aquí a nadie le dé pena que le digan indio», expresó Chávez el 2010, conociendo en la fecha en que el presidente Morales estaba promulgado la ley 045 de Lucha Contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación.

Tanta fue la efervescencia del patronímico que incluso quedó grabada como una de las frases célebres de Chávez que circula en el internet: «El Rey es tan Jefe de Estado como soy yo. Sólo que yo he sido electo tres veces con 63 por ciento. Somos iguales, Jefes de Estado igual. Somos tan Jefes de Estado el indio Evo Morales como el rey Juan Carlos de Borbón y yo», expresó Chávez.

Morales, quien reconoció que el presidente Chávez le daba consejos para gobernar, actuó y llevó adelante una serie de acciones similares a las de su homólogo, como cuando éste emprendió una cruzada en contra de las telenovelas bajo el argumento de que sus contenidos no coincidían con los valores que pregona la República Bolivariana de Venezuela.

No pasó mucho tiempo para que el jefe del Estado boliviano emule estas acciones y aconseje a la población en general, al menos en dos oportunidades, a no pasar el tiempo en la televisión y el internet.

«Estoy notando últimamente qué está perjudicando a nuestro estudiantes, no creo ser exagerado porque tengo experiencia, primero: las telenovelas nos están perjudicando bastante eso, pero no podemos estar toda la mañana, toda la tarde y toda la noche con las telenovelas es un gran error, aunque se molesten», dijo Morales, en un acto realizado en Cochabamba el 2011.

Pero no todo fue polémica en la relación entre ambos mandatarios, sino que también hubo varios convenios y acuerdos firmados en diferentes rubros para el desarrollo de los dos pueblos, tal vez los más destacados se dieron cuando Chávez vino por última vez a Bolivia en abril de 2011.

En esa oportunidad se firmaron 12 acuerdos bilaterales, en el marco de la primera Comisión de Integración Conjunta entre Bolivia y Venezuela. Los convenios estaban referidos a comercio,  lucha contra el narcotráfico, alianzas en materia de minería, hidrocarburos, energías renovables, medicina y agricultura.

En aquella oportunidad se destacó las acciones para emprender la creación de una empresa Gran Nacional de Producción de Alimentos, que tenía por objeto garantizar la seguridad y soberanía alimentaria.