Los cardenales reunidos en el Vaticano decidieron tomarse el tiempo para analizar los graves problemas de la Curia Romana y ser informados sobre los escándalos y anomalías internas antes de fijar fecha para el cónclave que elegirá al sucesor de Benedicto XVI.

“El perfil del futuro Papa comienza a surgir”, aseguró ayer el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, al término de la tercera reunión preparatoria del cónclave para la elección del nuevo pontífice. “Este cónclave debe ser preparado con calma”, advirtió el cardenal alemán Walter Kasper.

Todo parece indicar que los 153 “príncipes de la Iglesia” presentes, que provienen de todo el mundo, no tienen afán para decidir la fecha del cónclave. “No se ha decidido la fecha de inicio del cónclave”, dijo Lombardi. En total 51 cardenales han intervenido en los tres días de reuniones, en las que se debatió la necesidad de una mayor colegialidad y de diálogo con la Curia Romana, el gobierno central de la Iglesia (acusado de intrigas, tráfico de influencias y abusos de poder).

Los candidatos papables también quieren tener una idea más clara de los escándalos que han sacudido a la entidad, como la filtración de documentos confidenciales y las acusaciones de blanqueo de dinero a través del Banco del Vaticano.