El Gobierno chileno les comunicó a los 33 mineros que su rescate será largo e incluso ya les mencionó la fecha de Navidad, al tiempo que prepara una estrategia para prepararlos física y sicológicamente para los meses que se calcula estarán bajo tierra.

«Hemos podido decirles más o menos que no van a poder ser rescatados antes de las fiestas patrias (18 de septiembre), y que esperamos estar con ellos antes de Navidad», dijo a la prensa el ministro de Salud, Jaime Mañalich.

«Es una ventana bastante amplia todavía, a la cual nos vamos a poder ir aproximando con mayor certeza», agregó. Hasta ahora, las autoridades habían decidido no decirle a los mineros que su rescate duraría unos cuatro meses, según los cálculos del jefe de la operación, André Sougarret.

Mañalich dijo además que «no podemos percibir todavía un cambio de ánimo (en los mineros, pero) nosotros anticipamos que después de la euforia del reencuentro y el contacto del domingo, lo más probable es que nos enfrentemos a un período de depresión, de angustia y decaimiento».

«Estamos preparando fármacos para ellos porque sería ingenuo pensar que ellos van a ser capaces de mantener este tremendo ánimo que nos han mostrado durante tan largo período de tiempo», agregó el ministro. El Gobierno es consciente de que hay que trabajar en todos los aspectos —físicos y sicológicos— para que los mineros salgan bien de esta situación.

Actividades. El plan contempla estrategias para tenerlos ocupados y un programa de ejercicios físicos que facilite la salida por el ducto de 66 centímetros de diámetros que se construirá para sacarlos dentro de tres o cuatro meses, uno a uno, desde los 700 metros de profundidad donde se hallan.

Mañalich explicó que tras la etapa de «recuperación nutricional» comienza una especie de terapia ocupacional, que se les comunicará a través de las sondas. Por ahora, señaló, los mineros han recibido batidos con sabor a chocolate y frambuesa además de bebidas, un primer paso antes de empezar a darles alimentos sólidos en unos cuatro días.

Los mineros ya recibieron cuestionarios de evaluación médica y recibirán recipientes para tests de orina, tensiómetros y termómetros para saber con más precisión sobre su salud. El ministro señaló que se les pidió delimitar sus zonas en tres: una para descanso, otra para trabajo y otra para desechos.

En el interior del yacimiento los mineros tienen un espacio para moverse de unos 1,5 km de extensión y están sometidos a altas temperaturas y humedad. Y sólo tienen la luz de las linternas. «El programa incluye cantos, juegos con movimientos, naipes, lápices y todo lo que pueda ser utilizado por ellos», explicó Mañalich.

La ‘Paloma’ mensajera

Cada 30 minutos un tubo de metal lleno de agua embotellada y alimentos empaquetados desciende a través del ducto hasta 700 metros. El tubo o «paloma», era de plástico, fue reemplazado por otro de metal, de 1,6 metros de largo y 12 centímetros de diámetro.

El amor da señales a 700 metros bajo tierra

Jessica anda más sonriente que de costumbre. Acaban de pedirle matrimonio por la iglesia. La propuesta llegó por carta, sin sello postal y desde las profundidades de la tierra. Su pareja, Esteban Rojas, uno de los 33 mineros atrapados en una mina en el norte de Chile, se lo planteó y ella aceptó.

Jessica y Esteban llevan 25 años casados por civil y tienen tres hijos, pero el sueño de ambos fue prometerse amor eterno en el altar, ante los ojos de Dios y vestida de blanco.

«Siempre lo habíamos postergado por una y otra cosa, a veces por temas económicos. Me decía: ‘Negra, esto es una sola vez en la vida y hay que celebrarlo bien’», cuenta Jessica a la AFP. «A veces me decía: ‘Mejor nos casamos cuando adelgaces para que te quede el vestido’, y allí quedábamos», recuerda sonriente.

Hasta que la oferta llegó. «Cuando salga, compramos el vestido y nos casamos», le escribió Esteban en la carta que le envió desde el fondo, a 700 metros bajo tierra, donde quedó sepultado junto a otros 32 mineros el 5 de agosto.
 
Contacto. El martes por la noche, los familiares de los mineros recibieron las primeras cartas que los trabajadores hicieron llegar a través del pequeño ducto por el cual se logró establecer comunicación con ellos el domingo, después de 17 días sin que se tuvieran noticias de ellos.

Pero sacarlos de allí requiere una excavación más amplia, cuya construcción tardará entre tres y cuatro meses. Las cartas en este período serán la principal fuente de comunicación con el exterior. Jessica aclara que la petición que le hizo Esteban no fue espontánea. Fue ella quien le recordó su promesa de matrimonio en la carta que le envió primero por la misma vía.

«Cuando le envíe la carta yo le puse: ‘Cuando salgas nos casamos por la iglesia’. Pensé que iba a quedar sólo entre él y yo, pero me respondió. Así que yo le digo que sí», asegura, y bromea con que pronto empezará a circular la lista de regalos para su boda.