El debate sobre la legalización de algunas drogas en México para restar poder a los cárteles, cuya violencia deja 28.000 muertos, sumó voces de dos opositores a favor de la medida, mientras que el presidente Felipe Calderón cuestionó su efectividad.

Jesús Ortega, líder del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD, tercera fuerza en el Congreso) y Arturo Escobar, coordinador en el Senado del Verde Ecologista (PVEM, cuarta), respaldaron la despenalización en un foro sobre política de seguridad convocado por Calderón.

«Hay que quitarle valor al negocio de las drogas, eso se logra, al menos lo muestra la experiencia internacional, con su legalización», dijo Ortega. El senador Escobar, del PVEM, sugirió que «se debería pensar en legalizar la marihuana», la droga de mayor consumo y que mayores ganancias genera en EEUU y México.

Sin embargo, Beatriz Paredes, líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó México más de 70 años, que tiene la mayoría relativa en el Congreso, controla la mayoría de los gobiernos estatales y cuya postura sería determinante, evadió el debate.

«El tema de la legalización de las drogas es un instrumento de polarización», se limitó a señalar Paredes, quien cuestionó el hecho de que este tipo de foros pueda traducirse en estrategias.

La legalización de las drogas se ha debatido en México desde al menos 2005 con episodios de distinta intensidad. La semana pasada resurgió justamente con una propuesta de ONG y de intelectuales, durante los primeros foros.