El presidente de Paraguay, el ex obispo Fernando Lugo, pasó ayer por la primera prueba de filiación impuesta por la justicia tras los escándalos motivados por demandas de paternidad que le hicieron tambalear en el primer año de su gobierno.

Lugo, de 59 años y que hace dos semanas se realizó la primera quimioterapia contra un cáncer, se sometió en la residencia presidencial de Mburuvichá Róga a la extracción de sangre ordenada el 10 de agosto por la jueza de la Niñez Ana Ovelar con vistas a hacer pruebas genéticas.

En el mismo acto también fueron tomadas muestras al presunto hijo de tres años de Lugo, así como a la madre del niño, Hortensia Morán, quien le atribuye una relación íntima durante la pasada campaña electoral, en la época en que militaba en uno de los grupos de izquierda que apoyó la candidatura del ex prelado.

El análisis genético será llevado a cabo por tres laboratorios privados de Asunción y los resultados no se conocerán en dos semanas, según fuentes judiciales.

«Con total normalidad se procedió a extraer las muestras de la señora Hortensia Morán, del menor, así como del presidente», afirmó el abogado del gobernante, Marcos Fariña, a su salida de la vivienda presidencial.

Esta misma semana, la segunda mujer que había exigido por la vía judicial otra prueba, Benigna Leguizamón, de 27 años, anunció que reactivará el caso tras denunciar que el gobernante no cumplió sus promesas luego de desistir de la primera demanda.

Retorna a su labor tras la quimioterapia

El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, normaliza sus actividades a 13 días de su primer tratamiento de quimioterapia contra el cáncer linfático que padece, informaron fuentes.

«Esta mañana el Presidente fue sometido a análisis de rutina y se constató una favorable recuperación en el nivel de sus defensas, por lo cual se han ‘aliviado’ las restricciones indicadas en los días anteriores», señala el tercer parte médico emitido por los doctores de Lugo.

El documento destaca que «el equipo médico ha determinado que el Presidente desarrolle una agenda normal en los próximos días», con lo que se levantan las restricciones en las actividades, como la de los fines de semana del Mandatario.