El magnate y alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, ex titular del popular club de fútbol Boca Juniors, lucha contra las cuerdas por una causa judicial de espionaje telefónico que amenaza su candidatura a las presidenciales del 2011 como líder opositor.

El escándalo tiene un entramado familiar debido a que su padre, Franco Macri, dueño de un imperio empresarial, negó acusaciones de que el ex presidente Néstor Kirchner, esposo y antecesor de Cristina Kirchner, haya presionado a la justicia para encausarlo por espionaje telefónico.

«No entiendo que una persona como Néstor Kirchner tenga tanto poder, que logre que un juez (de primera instancia) y tres jueces (de la cámara de apelación) hayan decidido un fallo en el que no hay una sola prueba en mi contra», se quejó el jefe de Gobierno capitalino al insistir con su principal argumento de defensa.

Un tribunal ratificó el viernes por unanimidad el procesamiento de Macri dictado por el juez Norberto Oyarbide, que lo había encausado por violación de secretos, abuso de autoridad y falsificación de documentos públicos en concurso con el de asociación ilícita.

«Lo de mi padre es un tema que duele, que tome una posición pública innecesaria», dijo Macri.