Varios centenares de personas se concentraron hoy, por segundo día consecutivo, en las inmediaciones de la sede del conservador Partido Popular (PP) en Madrid para protestar contra la corrupción.
En las calles adyacentes a la sede del partido del gobierno se registró la quema de varios contenedores de basura, según la Policía.
El responsable del dispositivo policial desplegado en la sede del gobernante PP indicó que unas 400 personas participaban en la protesta, que gritaban consignas como «dimisión».
La convocatoria de la manifestación ha sido efectuada a través de las redes sociales.
Al menos una treintena de vehículos policiales protegen la sede madrileña del PP y sus accesos, y se ha instalado un vallado arriba y abajo de la calle Génova, donde está ubicada la formación política.
Las protestas, que ya se registraron hace dos semanas en una jornada similar a las de ayer y hoy, han arreciado tras publicarse en medios de comunicación informaciones sobre la supuesta contabilidad paralela que mantenía el extesosero del PP Luis Bárcenas.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, dará mañana, sábado, explicaciones públicas sobre el caso Bárcenas y las informaciones sobre supuestos pagos ocultos a dirigentes de su partido.
Así lo anunció hoy, en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Consejo de Ministros, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
La vicepresidenta respondió a preguntas de los periodistas acerca del escándalo generado en España por las informaciones que apuntan a que dirigentes del PP, incluido el propio Rajoy, supuestamente recibieron sobresueldos al margen de la contabilidad oficial del partido entre 1990 y 2009, según publicó ayer el diario «El País».
La «número dos» del Gobierno subrayó la «conducta ejemplar» de Mariano Rajoy, y aseguró que en los doce años que lleva trabajando con él, primero en la oposición y después en el Ejecutivo, «nunca» le vio «saltarse una norma».