Una marcha este jueves en Phoenix contra la ley antiinmigrantes de Arizona dejó decenas de detenidos, mientras que la gobernadora de ese estado apeló contra la decisión judicial de bloquear las partes más polémicas de esa norma.

La protesta se produjo pese a que la legislación entró en vigor este jueves sin las disposiciones que en la práctica declaraban la inmigración ilegal como un delito estatal en Arizona, estado fronterizo con México.

Estas disposiciones fueron suspendidas el miércoles por la jueza federal de Phoenix, Susan Bolton, tras la presentación de una demanda contra le ley por parte del gobierno del presidente Barack Obama.

En momentos en que la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, quien promulgó la ley el 23 de abril, apelaba la decisión de Bolton, cientos de iracundos manifestantes se enfrentaron con la policía antimotines.

Grupos defensores de los derechos civiles instaron a las escuelas públicas, a la población, a los gobiernos de las ciudades y a la policía local a no cumplir con esta ley, con una marcha que fue desde la iglesia hasta las oficinas del sheriff del condado.

Agitando banderas mexicanas y estadounidenses y cantando canciones, los manifestantes portaban pancartas en las que se podía leer: «Cesen las redadas, no más expulsiones» y «Dejen de cazar a los inmigrantes ya».

Cuando llegaron al edifico del sheriff, que suele verse a sí mismo como un hombre duro y despiadado, la policía los esperaba.