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Marcha pide el fin de la violencia en México

El poeta mexicano Javier Sicilia, padre de un joven asesinado junto a otras seis personas en marzo, ha logrado prender la mecha de un movimiento al que se han ido sumando ciudadanos de todo el país hartos de la violencia provocada por la lucha antidrogas en México.

El 6 de abril, el escritor logró la más grande movilización que haya vivido Cuernavaca, que se replicó en otras 38 ciudades, para pedir a los delincuentes cesar la violencia y al Gobierno cambiar su estrategia de militarizar la lucha antidroga, a la que se atribuyen, desde diciembre del 2006, unos 37.000 muertos.

Tras plantar un campamento durante una semana, anunció la nueva movilización para este fin de semana que denomina
«Marcha del Silencio».

La marcha partió de Cuernavaca el jueves y concluirá el domingo en el Zócalo, principal plaza de la capital del país. A su convocatoria se sumaron grupos muy diversos: víctimas de crímenes en Ciudad Juárez, activistas por la defensa de los migrantes e incluso el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), una guerrilla que sigue alzada en armas, aunque inactiva, en Chiapas.

«El dolor y la rabia de Javier se hacen eco que reverbera en nuestras montañas», escribió Marcos la semana pasada desde Chiapas, para apoyar su
convocatoria.

Antes del crimen, Sicilia se dedicaba a escribir poemas y artículos periodísticos, ensayos, guiones de cine y televisión y dirigir talleres literarios.