Miles de chilenos participaron ayer en una marcha, que se desarrolló en medio de incidentes, en memoria de las víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet, en el 39 aniversario del golpe que derrocó al izquierdista Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973.

La protesta se desarrolló en medio de incidentes en los que encapuchados lanzaron piedras a oficinas de instituciones públicas, destruyeron semáforos y se enfrentaron a agentes de la Policía, a quienes arrojaron piedras y bombas incendiarias. Los uniformados dispersaron a los manifestantes con   carros lanza aguas y gases.

La dictadura de Pinochet, que se alargó hasta el 11 de marzo de 1990, dejó más de 3.000 muertos y otras 37 mil víctimas que sufrieron cárcel y torturas.