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Mariano Rajoy señalado por un caso de corrupción en España

La misma monarquía se ha visto salpicada por la imputación del yerno del rey Juan Carlos, Iñaki Urdangarin, y de Carlos García Revenga, secretario personal de las infantas Cristina y Elena, las hijas del monarca.

/ 31 de enero de 2013 / 15:21

El jefe del gobierno español, el conservador Mariano Rajoy, se vio señalado este jueves por primera vez en un escándalo de corrupción de su partido, según una información publicada por el diario El País que estrecha el cerco sobre los altos dirigentes del país.

Las revelaciones sobre una presunta contabilidad oculta que benefició a altos mandatarios de la formación fueron desmentidas inmediatamente por el Partido Popular (PP, derecha), que preside Rajoy desde 2004.

La contabilidad del partido es «clara, única, transparente y limpia, y sometida regularmente al Tribunal de Cuentas», aseguró María Dolores de Cospedal, la número dos del PP, desmintiendo «tajantemente» el contenido de los documentos.

«No tenemos absolutamente nada que ocultar», subrayó.

Pero con el país sometido a una austeridad histórica y afectado por un desempleo galopante que supera el 26% de la población activa, esta información incrementa las sospechas sobre unos políticos que ya se enfrentan a una grave falta de credibilidad.

El malestar es aún más profundo al multiplicarse los presuntos casos de corrupción que salpican a las más altas instituciones del Estado.

La misma monarquía se ha visto salpicada por la imputación del yerno del rey Juan Carlos, Iñaki Urdangarin, y de Carlos García Revenga, secretario personal de las infantas Cristina y Elena, las hijas del monarca.

El escándalo político nacido el 18 de enero rebrotó este jueves por la publicación por el rotativo de centro-izquierda El País de las fotos de numerosas cuentas manuscritas supuestamente establecidas por los tesoreros del PP entre 1990 y 2008.

En unas tablas subrayadas en amarillo figuran por primera vez como beneficiarios de «supuestos pagos» algunos de los principales dirigentes del partido: el mismo Rajoy, Cospedal o el expresidente de Bankia y exdirector gerente del FMI, Rodrigo Rato.

«Entre los receptores de ese dinero (…) figura desde 1997 Mariano Rajoy, presidente del gobierno y del partido, con anotaciones de cantidades siempre iguales (en pagos trimestrales o semestrales) que sumaban 25.200 euros al año», señala el diario.

Según El País, las cuentas de los diferentes tesoreros recogen «capítulo de ingresos» correspondientes a «donaciones de empresarios, la mayoría del sector de la construcción, y tres de ellos imputados en el caso Gürtel», una vasta red de corrupción que afecta al PP desde 2009.

El partido conservador español, que llegó al poder a finales de 2011, no ha dejado de desmentir en las últimas semanas que sus dirigentes recibieran salarios no declarados a través de empresas privadas, tal y como había publicado el 18 de enero El Mundo.

Ese periódico de centro-derecha, citando a fuentes de las sucesivas cúpulas directivas del partido, afirmó que el extesorero del partido Luis Bárcenas había repartido durante dos décadas sobres con 5.000 y 15.000 euros a los responsables de la formación como complemento de sus salarios oficiales.

Pero según El Mundo, Rajoy nunca se habría beneficiado de esos supuestos complementos salariales y ordenó el fin de esta práctica en 2009.

Tras la publicación de esa noticia, el presidente del gobierno ordenó una auditoria interna y otra externa de las cuentas de la formación.

«Ante las informaciones publicadas hoy por el diario El País, el Partido Popular insiste en que las retribuciones a los cargos y personal del partido se han realizado siempre conforme a la legalidad y cumpliendo las obligaciones tributarias correspondientes», aseguró el PP en un comunicado.

Una explicación insuficiente para la oposición socialista, que pidió a Rajoy que comparezca públicamente.

«Que salga el presidente y que conteste a dos preguntas que son muy fáciles de contestar: ¿cobró esos sueldos, sí o no? Y si lo hizo, ¿fue en blanco o en negro?», afirmó el líder de la oposición socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba.

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Imputan a la hija del rey de España por fraude fiscal y blanqueo

Es la primera vez que un miembro directo de la familia real se ve implicado en la investigación por corrupción que pesa desde 2011 sobre Iñaki Urdangarin, esposo de la infanta.

/ 7 de enero de 2014 / 11:54

Un juez español imputó hoy a la infanta Cristina, hija menor del rey Juan Carlos, por presuntos fraude fiscal y blanqueo, abriendo un año sombrío para una Corona debilitada por los escándalos y los problemas de salud del monarca.

Es la primera vez que un miembro directo de la familia real se ve implicado en la investigación por corrupción que pesa desde 2011 sobre Iñaki Urdangarin, esposo de la infanta.

Urdangarin, excampeón olímpico de balonmano reconvertido en hombre de negocios, de 45 años, es sospechoso junto a su exsocio Diego Torres de malversar 6,1 millones de euros de fondos públicos mediante el Instituto Nóos, una sociedad sin ánimo de lucro que presidió de 2004 a 2006 y en cuya junta directiva participaba la infanta.

Cristina, de 48 años, es también copropietaria, junto a Urdangarin, de la empresa Aizóon, sospechosa de haber servido de pantalla.

El juez José Castro de Palma de Mallorca, en las Islas Baleares, que instruye el caso Nóos desde 2010, desoyó la oposición de la fiscalía a imputar a Cristina por «supuestos delitos fiscales y blanqueo de capitales». Y la convocó a declarar el 8 de marzo en Palma.

Tras la noticia, la Casa del Rey se limitó a expresar su «respeto a las decisiones judiciales».

Una imputación que llega en horas bajas para la monarquía  

La imputación de la infanta llega en el peor momento para el rey Juan Carlos, que el domingo cumplió 76 años y el lunes apareció visiblemente cansado, apoyado en dos muletas y vacilante en su discurso con motivo de la Pascua Militar, su primera aparición pública tras su última operación -la novena desde 2010- el 21 de noviembre.

Este sombrío 2014 comienza también con un nuevo sondeo desastroso, publicado el domingo por el diario de centro-derecha El Mundo: un 62% de los españoles quieren que el monarca abdique y sólo la mitad (49,9%) respalda la monarquía, una caída de cinco puntos en los últimos 12 meses.

El único respiro, según esta encuesta, vendría del príncipe Felipe, de 45 años, del que 66% de los encuestados tienen una opinión «buena o muy buena» y 57% piensa que podría mejorar la imagen de la monarquía, restaurada en España tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975.

Sin embargo, en su mensaje televisado de Nochebuena, el monarca volvió a dejar claro que no dejará el cargo: «Quiero transmitiros como rey de España mi determinación de continuar en el desempeño fiel del mandato», afirmó.

Ante el monarca, símbolo de la unidad del país, se presenta este año la difícil tarea de mediar en el conflicto entre el gobierno central de Mariano Rajoy y el ejecutivo regional de Artur Mas, determinado a convocar en noviembre un referéndum de independencia de Cataluña, al que Madrid se opone.   El procedimiento contra la infanta Cristina sigue a una denuncia presentada por la asociación ultraderechista Manos Limpias, famosa por haber originado grandes juicios, como el de 2012 contra el exjuez Baltasar Garzón por haber investigado los crímenes del franquismo.

El magistrado ya había imputado a la infanta en abril, entonces por presunto tráfico de influencias, pero esa decisión fue anulada por un recurso de la fiscalía, que consideró insuficientes los indicios.

Castro abrió entonces una nueva investigación, estudiando minuciosamente sus declaraciones fiscales y cuentas bancarias y escrutando los más mínimos gastos de viaje, restaurantes o fiestas.

Mucha de esta información se filtró en la prensa, causando a la Casa Real lo que su jefe, Rafael Spottorno, calificó el sábado como «un martirio».

Muchos españoles, asfixiados por la crisis económica, ya se habían indignado cuando en abril de 2012 se conoció, a raíz de un accidente, que el rey Juan Carlos había realizado un costoso viaje a Botsuana para cazar elefantes.

El caso reveló un tren de vida chocante para un país con 26% de desempleo y llevó al monarca a presentar unas inéditas disculpas públicas.

En un esfuerzo por limitar los daños, Urdangarin había sido apartado tras su imputación de las actividades oficiales de la familia real, que decidió publicar sus gastos por primera vez e integrar voluntariamente una nueva ley de transparencia de las instituciones recientemente aprobada por el Parlamento.   La infanta se mudó en 2013 a Suiza con su familia por motivos de trabajo.

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Rajoy, acusado de cobrar sobresueldos, descarta renunciar

En la víspera, la oposición socialista había reclamado su dimisión denunciando la "connivencia" entre el líder conservador y Luis Bárcenas, el ex tesorero del partido que lleva seis meses haciendo tambalear la derecha española.

/ 15 de julio de 2013 / 17:41

 

 

El jefe de gobierno conservador español Mariano Rajoy aseguró hoy que no piensa renunciar por una posible contabilidad oculta y sobresueldos en su partido, de los que él mismo se benefició según declaró el extesorero de la formación.

«Voy a cumplir el mandato que me han dado los españoles», dijo Rajoy en una conferencia de prensa, durante la cual afirmó que el «estado de derecho no se somete a chantaje» y que la justicia seguirá su trabajo «con absoluta independencia».

En la víspera, la oposición socialista había reclamado su dimisión denunciando la «connivencia» entre el líder conservador y Luis Bárcenas, el ex tesorero del partido que lleva seis meses haciendo tambalear la derecha española.

En prisión preventiva desde el 27 de junio en la prisión de Soto del Real, cerca de Madrid, Luis Bárcenas llegó hoy por la mañana en un furgón policial a la Audiencia Nacional, convocado a declarar por el juez Pablo Ruz que investiga este caso.

La declaración provocó nuevas revelaciones potencialmente explosivas ya que, según fuentes judiciales, Bárcenas confirmó la existencia de una «contabilidad B» dentro del Partido Popular y afirmó haber dado 25.000 euros en efectivo a Rajoy en 2010.

«Ha traido todos los papeles» en los que están documentados las cuentas en negro del partido, precisó la fuente.

En los últimos días, el escándalo nacido en enero se ha reavivado acercándose peligrosamente a Rajoy, presidente del Partido Popular desde 2004 y próximo a Bárcenas, uno de los hombres fuertes de la formación durante dos décadas, con especial predilección por el lujo y el dinero.

El 9 de julio, El Mundo publicó unos documentos contables manuscritos que probaban, en su opinión, que Rajoy, jefe de gobierno desde 2011, y otros dirigentes del partido recibieron sobresueldos ilegales durante los años 1990.

El domingo, nuevas revelaciones sacudieron de nuevo al gobierno: el mismo diario publicó varios mensajes SMS intercambiados supuestamente por Rajoy y Bárcenas.

Estos mensajes, según El Mundo, muestran como el jefe de gobierno pidió al extesorero «que negara la contabilidad B y los sobresueldos» y «mantuvo un contacto directo y permanente» con Bárcenas al menos hasta marzo de 2013, semanas después de estallar el escándalo.

«Luis. Lo entiendo. Sé fuerte. Mañana te llamaré. Un abrazo», dice uno de los mensajes atribuidos a Rajoy con fecha del 18 de enero, el día precisamente en que El Mundo había destapado el escándalo de los sobresueldos no declarados pagados con dinero proveniente de empresas privadas.

«Los SMS publicados ayer lo único que hacen es ratificar lo que les he dicho antes: que el estado de derecho no se somete al chantaje», dijo Rajoy el lunes.

La oposición socialista se lanzó inmediatamente contra el gobierno el domingo, denunciando la «connivencia» con Bárcenas y reclamando la «dimisión inmediata» de Rajoy, como ya hizo en febrero.

El jefe de gobierno, acomodado en una mayoría absoluta en el Congreso, negó entonces tajantemente haber cobrado dinero en negro.

Tras El Mundo, el otro gran diario español, el progresista El País, publicó el 31 de enero unas notas manuscritas que en teoría formaban parte de los documentos contables gestionados por Bárcenas, que fue gerente del PP entre 1990 y 2008 y tesorero hasta 2009.

Los nombres de numerosos dirigentes del partido, entre ellos el de Rajoy, aparecían en esos documentos.

Rápidamente célebres con el nombre de «los papeles de Bárcenas», estos documentos agravaron el escándalo en un país con una tasa de desempleo del 27% y constantes casos de corrupción que minan la confianza en la clase política.

Según esas anotaciones, Rajoy habría cobrado entre 1997 y 2008 «pagos por un total de 25.200 euros al año».

El juez Ruz, que investiga paralelamente el «caso Gürtel», la presunta trama de corrupción en el PP que estalló en 2009, decretó prisión preventiva para Bárcenas el 27 de junio en el marco de la investigación contra él por delitos fiscales y blanqueo de dinero.

La justicia española alegó el riesgo de fuga del ex tesorero, tras haber descubierto dos cuentas suyas en Suiza con 25 y 22 millones de euros respectivamente, así como otras en Uruguay y Estados Unidos.

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