Justo en los días en que deberían comenzar a faenar, los pescadores de Venice, pequeña localidad, la última antes de la desembocadura del río Mississippi, se pasan las horas sentados en sus pequeños barcos. El Gobierno les ha prohibido trabajar. Washington ha ordenado el despliegue de otros 11.500 soldados  en los estados de Mississippi, Alabama y Florida (que se suman a los 6.000 que están ya a disposición de Luisiana) y ha decretado el cierre a la pesca de más de 17.000 kilómetros cuadrados de aguas costeras. Estos trabajadores llevan semanas preparándose para el inicio de la temporada de la gamba, que comienza a mediados de mayo y acaba en diciembre. Y ahora, su única opción de mantenerse a flote, ante el inmenso vertido de aceite de la plataforma Deepwater Horizon, que se extiende impredeciblemente por el Golfo de México, es participar en las labores de limpieza organizadas por la petrolera responsable, British Petroleum (BP).

La petrolera comenzó el transporte de la estructura de acero de 98 toneladas que planea colocar sobre la mayor de las fugas de crudo en el Golfo de México, unos 800.000 litros día. Se  espera que esté instalada el próximo fin de semana.