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Miles de argentinos reivindican a Néstor Kirchner en las calles

Argentina cerraba ayer una era y abría otra llena de interrogantes con el velatorio de su político más poderoso, el ex mandatario Néstor Kirchner, despedido por su esposa, la presidenta Cristina Kirchner, y una multitud que hizo recordar los funerales de Evita y Juan Perón.

La Presidenta estuvo desde la mañana hasta la noche al lado del féretro en la Casa Rosada (sede de gobierno), acompañada de su hijo, Máximo de 32 años, y su hija, Florencia de 19, en su primera aparición pública tras la muerte del líder peronista por un infarto el miércoles, en El Calafate.

Cristina Kirchner ocultó siempre sus ojos detrás de anteojos oscuros, aunque cada tanto sollozaba, con un vestido negro, mientras solía posar su mano sobre el ataúd, atendiendo sin pausa las condolencias, besos y abrazos de los visitantes.

«¡Hasta siempre Néstor!, ¡Fuerza Cristina!», gritaban por momentos jóvenes con lágrimas en los ojos al pasar frente al féretro del ex mandatario, muerto a los 60 años, en tanto funcionarios y legisladores aplaudían.  Los restos del ex mandatario serán velados hasta hoy a las 10.00 y luego sepultados en el cementerio comunal de su natal Río Gallegos (2.800 km al sur), en ceremonia íntima.

El ataúd fue situado en el Salón de los Patriotas Latinoamericanos, en medio de los retratos del tres veces presidente Juan Perón y del chileno Salvador Allende, quien se suicidó en 1973 mientras resistía el sanguinario golpe de Estado de Augusto Pinochet.

Casi 12 horas después de iniciado el velatorio, era casi imposible calcular la muchedumbre que copó las calles y la Plaza de Mayo, con hombres y mujeres de todas las edades, en una espesa fila que zigzagueaba en unas 20 calles y avenidas.

Asistieron al velatorio los presidentes de Bolivia, Evo Morales; de Ecuador, Rafael Correa; de Chile, Sebastián Piñera; de Uruguay, José Mujica; de Paraguay, Fernando Lugo; de Venezuela, Hugo Chávez y de Colombia, Juan Manuel Santos; por la noche llegó el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.

«Me siento huérfano con la pérdida del compañero y hermano Néstor Kirchner», dijo Morales, en tanto que Chávez afirmó que «Kirchner es la historia de una pasión argentina». El ex futbolista Diego Armando Maradona visitó la capilla y abrazó a la Presidenta, antes de declarar que «Argentina perdió a un gladiador».

«¡Néstor no se murió, Néstor no se murió, vive en los corazones de nuestro pueblo trabajador!», coreaba la multitud en un grito que nacía de la Plaza de Mayo y se propagaba por los alrededores de la Casa Rosada y varios puntos del país. Antes de entrar a la capilla, Santos dijo que «Kirchner fue un hombre muy importante en el restablecimiento de las relaciones con Venezuela».

En una verja perimetral de la Casa Rosada, tapizada con mensajes y llena de flores, se leían mensajes como «Fuerza Presidenta», «Te necesitamos más que nunca», «Néstor está vivo entre nosotros», escritas de puño y letra. La central obrera CGT, el principal apoyo del Gobierno, movilizó a millares de trabajadores a la plaza, vestidos con su ropa de trabajo y cascos.

El dolor de Evo Morales

«Su ayuda y sugerencias fueron importantes cuando empecé como Presidente. La pérdida me deja huérfano. Pasé momentos difíciles y Néstor siempre estaba conmigo y espero que siga conmigo», le dijo el presidente Morales a la viuda.

Surgen los posibles sustitutos del líder
 
La inesperada muerte del líder político Néstor Kirchner, motor de la presidencia y amo del Partido Justicialista, va a obligar a ajustar las piezas del mapa del poder en Argentina. Cristina Fernández tiene asegurado el sillón presidencial hasta octubre del año próximo, pero el peronismo navega sin rumbo y sin capitán.

Daniel Scioli es una de las claras figuras emergentes. Durante su etapa de gobierno fue el vicepresidente de Néstor Kirchner y gobernador de la provincia de Buenos Aires.

Eduardo Duhalde es la principal figura del peronismo disidente. Hugo Moyano es dirigente de la Confederación General del Trabajo (CGT) desde julio del 2004 y presidente del Partido Justicialista en la provincia de Buenos Aires. Francisco de Narváez es un empresario de la comunicación y se ha constituido en el dirigente peronista más alejado del Partido Justicialista.