Decenas de miles de opositores al jefe de Estado egipcio, Mohamed Mursi, rodean el palacio presidencial en El Cairo para exigirle que retire un decreto con el cual amplió considerablemente sus poderes y provocó una profunda crisis en el país.

Los manifestantes, muchos de los cuales forman parte de grupos laicos y de izquierda, pudieron acercarse al palacio después de haber cortado las alambradas que protegían el edificio.

La Policía antidisturbios usó gases lacrimógenos para tratar de dispersarlos, sin éxito, y luego se retiró. Una fuente de la presidencia indicó a la AFP que el presidente Mursi no se encontraba en el palacio. Los manifestantes rodearon hasta anoche el palacio.

Las personas gritaban eslóganes como “¡Lárgate!” o “El pueblo quiere la caída del régimen”, los mismos que se oyeron en la revuelta que derrocó a Hosni Murabak en 2011. Muchas de ellas acusan al régimen de haber “vendido la revolución”.

Miles de personas seguían llegando al palacio en el barrio de Heliópolis (periferia de El Cairo) para protestar por los nuevos poderes de Mursi, que la oposición tilda de “dictatoriales”, y en contra de un proyecto de Constitución que debe ser sometido a referéndum en menos de 14 días.

Egipto vive una profunda crisis política desde el decreto del 22 de noviembre, con el que Mursi, primer Presidente islamista del país, amplió sus poderes y blindó sus decisiones y la comisión que redacta la nueva Constitución ante cualquier intervención de la justicia.