Unos 3.000 estudiantes de secundaria marcharon  por las calles de Santiago para volver a criticar el lucro en la educación y pedir que ésta pase de los municipios al Estado. Ayer se cumplió un año del inicio de las ocupaciones de colegios. A estos estudiantes se sumaron padres y representantes de otros niveles de enseñanza.

La movilización fue convocada por la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), una de las dos principales organizaciones de alumnos de ese nivel educativo. Cuenta con el apoyo de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), enemiga jurada del presidente Sebastián Piñera, de universitarios.

«Luego de un año de movilizaciones en que nos tomamos más de quinientos colegios, en materia de secundarios no existe nada. Solamente avanza un proyecto de ley de desmunicipalización que profundiza aún más lo que es el sistema segregatorio», dijo a los periodistas Cristopher Sarabia, portavoz de la Cones.

La Intendencia indicó en un escueto comunicado difundido en la tarde que la convocatoria arrojó un total de 35 detenidos, la mayoría de ellos por desórdenes públicos.  Según Carabineros, máxima violencia hubo cerca de la Estación Mapocho, con destrozos a mobiliario público y a semáforos.