«Hoy gracias a ustedes no hay 33 cruces en el desierto», señaló el minero Luis Urzúa, el jefe de turno de «los 33 de Atacama», durante la emotiva ceremonia que conmemoró ayer el primer año del accidente que los sepultó en el yacimiento San José durante 69 días a 700 metros bajo tierra.

«Gracias por darnos (la oportunidad) de vivir otra vez. Gracias Presidente por el esfuerzo, por decir sí se puede. Gracias por la unidad que tuvieron los 17 millones de chilenos por 70 días y aún hoy día (…). Fue una misión cumplida y cumplida con creces», dijo Urzúa, quien se mostró visiblemente emocionado durante todo el discurso.

«Sé que estamos pasando momentos difíciles, pero la unión, la esperanza y el futuro es de todos los chilenos», apostilló el minero.

A la ceremonia, que se realizó en una explanada adyacente al Santuario de Nuestra Señora de la Candelaria en Copiapó, asistió el mandatario chileno, Sebastián Piñera.

En el lugar se presentaron 27 de los 33 mineros, ya que cuatro de ellos permanecen en Miami por problemas de conexión aérea, mientras que Edison Peña y Víctor Zamora decidieron no ir por motivos personales. Sí estuvo el boliviano Carlos Mamani, el único extranjero entre los mineros.

«Hace justo un año la fe movió montañas, Chile entero se unió, esperanzado, para encontrar y rescatar a nuestros mineros», dejó escrito el presidente Piñera en su cuenta en Twitter, antes de asistir al acto.