El ministro de Asuntos Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos, se reunió ayer en La Habana con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, y con el cardenal Jaime Ortega, dentro de su visita a la isla para apoyar el diálogo sobre los derechos humanos, la cual confía será «exitosa».

Moratinos inició su agenda en La Habana con una reunión con Rodríguez en la sede de la cancillería, en la que no mencionaron explícitamente el proceso de diálogo entre el Gobierno y la Iglesia católica cubana que España busca apoyar, aunque coincidieron en que la visita será «positiva» y «provechosa».

En la parte de las conversaciones a las que tuvo acceso la prensa, ambos ministros resaltaron el buen momento de las relaciones entre Cuba y España, y dejaron en claro el deseo de un nuevo marco de relaciones de La Habana con la Unión Europea para superar la «posición común».

Si se repite el programa de sus dos anteriores viajes a Cuba, el Canciller español podría reunirse también con el presidente Raúl Castro, aunque este encuentro no ha sido confirmado.

Caso Fariñas preocupa a la comisionada de la ONU

La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, espera que se evite una «tragedia» en el caso del disidente cubano Guillermo Fariñas, en estado crítico tras más de cuatro meses de huelga de hambre para exigir la liberación de los presos de conciencia enfermos. «Hemos tenido contacto con las autoridades cubanas sobre el caso del señor Fariñas», dijo el portavoz de Pillay, Rupert Colville. Recordó que la alta comisionada entabló ese contacto para tarar los casos de opositores en huelga.