Un total de 51 reclusos y tres vigilantes heridos fue el saldo final de un intento de motín ocurrido en la cárcel de Puente Alto, según informó el sábado el director de Gendarmería (guardia de prisiones), Luis Masferrer.

«43 de ellos quedaron con lesiones leves y ya están ubicados en sus celdas, otros ocho sufrieron lesiones menos graves y se internaron en el hospital Sótero del Río y el hospital Padre Hurtado. Además, tres gendarmes resultaron lesionados», precisó.

Explicó que los incidentes se registraron en la víspera de Nochebuena en la torre 2 de ese recinto y que tras el inicio de los desórdenes los guardias sacaron a los heridos, pero los reclusos impidieron su actuación.

El director de Gendarmería indicó que más tarde los incidentes se replicaron en la torre 3, donde los reos se parapetaron y exigieron la presencia de la juez de garantía Gisela Muñoz.

Varias horas más tarde, la situación fue controlada, momento en el que los guardias realizaron allanamientos en las celdas donde encontraron unos 200 estoques y 10 cilindros de gas acondicionados para lanzar llamas y armas blancas. La dirección del penal decidió trasladar a 21 reclusos a la cárcel de alta seguridad y otros 11 a Colina 2, localizados en la capital, «por su peligrosidad».

Masferrer insistió en destacar la situación de hacinamiento que registran las cárceles chilenas y precisó que el penal de Puente Alto fue edificado para 900 reclusos y actualmente hay 1.719 internos. Pedro Hernández, de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (Anfup), dijo a Televisión Nacional que los guardias debieron utilizar este viernes elementos disuasorios.