El Departamento de Defensa de Estados Unidos (EEUU) levantó ayer a prohibición de que las mujeres sirvan en primera línea de combate, un paso histórico en las Fuerzas Armadas del país. “Como Secretario de Defensa, sé que abrir más oportunidades a nuestros hombres y mujeres uniformados mejor cualificados fortalecerá nuestra habilidad para luchar y ganar guerras”, dijo el secretario de Defensa, Leon Panetta.

La decisión abrirá cientos de puestos en el frente de batalla y potencialmente lo haría también a comandos de operaciones especiales a los que hasta ahora no tenían acceso las mujeres, un cambio que se hará de forma progresiva.

“Cada persona en el Ejército de hoy ha hecho un compromiso solemne de luchar y, si es necesario de morir, por la defensa de nuestra nación. (…) Su éxito profesional y sus oportunidades específicas deben basarse únicamente en su capacidad de llevar a cabo las misiones asignadas. Todo el mundo merece esa oportunidad”, añadió.

De los 1,4 millones de miembros en servicio activo de las Fuerzas Armadas estadounidenses actualmente 205 mil son mujeres y con esta decisión EEUU será el decimocuarto país —además de Alemania, Australia, Canadá, Corea del Sur, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Israel, Nueva Zelanda, Polonia, Rumanía y Suecia— en permitir a las mujeres militares entrar en combate.