El Mandatario, que se dirigió a la nación desde la Casa Blanca para hablar sobre las estancadas negociaciones bipartidarias, se mostró confiado de que «podemos alcanzar ese compromiso» y evitar así que Estados Unidos declare suspensión de pagos.

Caer en mora sería «imprudente» e «irresponsable» subrayó Obama, quien reiteró que una solución para aumentar la deuda hasta finales de año, como proponen los republicanos, no resuelve el problema y no sería suficiente para evitar una rebaja de la duda de EEUU.

El Departamento del Tesoro tiene al 2 de agosto como la fecha tope en la que el Gobierno federal deberá declararse en suspensión parcial de pagos, por lo que el aumento de la deuda de $us 14,29 billones se hace cada vez más necesario.

Después de un fin de semana de infructuosas negociaciones, Obama recurrió a los ciudadanos, a los que pidió que insten a sus legisladores en el Congreso a que lleguen a un acuerdo.

El Presidente advirtió que si EEUU cae en mora no habrá dinero para pagar la seguridad social, los beneficios de los veteranos, ni los contratos firmados con miles de empresas. Obama quiere que se apruebe un plan de aumento de la deuda del país por lo menos de 2,4 billones, cantidad suficiente como para evitar otro debate antes de las elecciones del 2012.