El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propuso el lunes congelar la mayoría de los salarios de empleados gubernamentales en un intento por frenar el enorme déficit público. La medida debe ser aprobada por el Congreso.

La Casa Blanca señaló en un comunicado que el congelamiento, previsto por unos dos años, permitiría ahorrar unos 2.000 millones de dólares en el año fiscal 2011. Las medidas se aplicarán a todos los empleados civiles federales, incluyendo los del departamento de Defensa. La medida no concernirá al personal militar.

«Este congelamiento no se hace para castigar a los trabajadores estatales, ni como una falta de respeto por el trabajo que hacen», informó la Casa Blanca. Según el comunicado «es la primera de muchas medidas que tomaremos en el próximo presupuesto para poner al país sobre una base fiscal sana, lo que requerirá sacrificios de todos nosotros».

Se anunció que está previsto que un equipo del gobierno dé a conocer en diciembre un conjunto de medidas con las que se intentará reducir el déficit y la deuda a largo plazo, de 14 billones (millones de millones) de dólares.

De esta manera, la administración de Obama, según el diario El País, quiere empezar a adoptar medidas antes de que el mercado consume su ataque y de esta manera evitar quedar atrapada en una espiral como la que se vive en varios países de Europa.  Añade que el congelamiento de sueldos afectará a dos millones de empleados públicos.

En rueda de prensa Obama dijo «la realidad es cruda», y aseguró que ésta es otra acción más para poner la deuda «bajo control» y lograr que el déficit se dirija hacia una senda más sostenida. «Eso requiere de sacrificios compartidos, no sólo de las empresas y las familias, también del Gobierno»,

La administración estadounidense estima ahorrar unos 2.000 millones de dólares en el ejercicio fiscal del próximo año y unos 28 millones más acumulados durante los cinco sucesivos, o 60 millones en una década. La paga del presidente no subió desde el 2001, y Obama congeló el sueldo a su gabinete al llegar a la Casa Blanca.

Pero el impacto de estancar el sueldo a los funcionarios será limitado, ante una deuda que se prevé alcance los nueve billones durante la próxima década. Y el presidente dejó claro, además, que no adoptará decisiones que «hagan descarrilar» la recuperación. «No debe pisarse el freno tan rápido», dijo Obama, que se declaró dispuesto a escuchar ideas en este sentido.

La Casa Blanca empezó así a delimitar el terreno en el que demócratas y republicanos estarían dispuestos a avanzar para afrontar el problema del agujero fiscal.

Precisamente ayer, el presidente Barack Obama se reunió con los líderes de la oposición toda vez que el proyecto de congelar los salarios deberá ser aprobado por el Congreso. Y a fines de la semana, la comisión bipartidista creada para dar con vías para reducir el déficit debe presentar sus recomendaciones finales.

Medidas contra el déficit

En paralelo a congelar los salarios de empleados públicos,  antes de que acabe el año, el Congreso debe decidir si extiende las exenciones fiscales aprobadas por George Bush para la clase media y las rentas más altas. La Reserva Federal también urge a Washington un plan creíble para contener el déficit, porque advierte que la tendencia actual es insostenible y podría alimentar la desconfianza en los mercados.