El presidente estadounidense Barack Obama pidió ayer a israelíes y palestinos que no dejen escapar la oportunidad de obtener la paz, al inaugurar un diálogo directo entre ambas partes ensombrecido por la violencia en Cisjordania.

«Esta oportunidad quizás no vuelva a presentarse pronto. No pueden dejar escaparla», pidió Obama en una declaración en la Casa Blanca, tras haber recibido a lo largo del día al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, al líder palestino Mahmud Abas, al rey jordano Abdulá y al presidente egipcio Hosni Mubarak.

Pero en Cisjordania un nuevo tiroteo contra ciudadanos israelíes volvió a traer tensión a la cita extraordinaria en Estados Unidos, la primera directa entre ambas partes en 20 meses.

Dos israelíes que iban en automóvil cerca de la colonia de Rimonim, en el sector de Ramala (Cisjordania), resultaron heridos de bala ayer, indicó un portavoz del Ejército. El lunes, cuatro colonos murieron por balazos del brazo armado del movimiento islamista Hamas, que se opone a las negociaciones directas.

La muerte de esos colonos fue una «masacre absurda», condenó Obama poco después de recibir a Netanyahu. «Quiero que todo el mundo sepa que Estados Unidos no reducirá su apoyo a la seguridad de Israel, y que rechazaremos ese tipo de actividades terroristas», advirtió Obama.

Netanyahu aseguró por su parte que quería poner fin al conflicto de una vez por todas. «Presidente Abas, usted es mi socio para la paz», dijo.