«Habrá que gastar menos en los programas nacionales como la defensa, abordar el código tributario y recortar algunas deducciones fiscales para los estadounidenses más ricos», explicó el Mandatario.
La deuda fue fijada por el Congreso de EEUU en 14.294 billones de dólares. El techo de la deuda federal ya fue alcanzado en mayo. El Tesoro de ese país recurre desde entonces a distintos recursos para mantener al Estado en funcionamiento, pero advirtió que éstos se agotarán el 2 de agosto y habrá una cesación de pagos con efectos desastrosos para el sistema financiero mundial.
La Casa Blanca instó a alcanzar un acuerdo para el 22 de julio y así tener tiempo para aprobarlo antes del 2 de agosto. Sin embargo, los republicanos del Congreso se han negado a aumentar el límite de la deuda pública a menos que este incremento se acompañe de profundos recortes de gastos, por lo que las conversaciones lograron pocos progresos.
Obama presionó a los legisladores polarizados para llegar a un «gran pacto», que recortaría los programas de ayuda social, pero los republicanos rechazaron de plano su petición.