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Oviedo: militar y caudillo paraguayo que alternó la cárcel con el exilio

El exjefe del Ejército, de 69 años, de orígenes campesinos, fue el hombre que logró personalmente la rendición del exdictador el 3 de febrero de 1989 -hace exactamente 24 años- provocando la caída de su régimen que marcó 35 años de poder omnímodo.

/ 4 de febrero de 2013 / 01:07

Preso en una cárcel militar, condenado por intentonas golpistas y otros procesos penales, Lino Oviedo, muerto el domingo al caer su helicóptero, fue un caudillo que irrumpió en el escenario político paraguayo en 1996, siete años después de derrocar al dictador Alfredo Stroessner (1954/89).

El exjefe del Ejército, de 69 años, de orígenes campesinos, fue el hombre que logró personalmente la rendición del exdictador el 3 de febrero de 1989 -hace exactamente 24 años- provocando la caída de su régimen que marcó 35 años de poder omnímodo.

El respeto que se granjeó por ese hecho lo marcó como un hombre temible, una fama que le empujó a realizar una carrera meteórica de coronel a jefe del Ejército, hasta llegar a candidato a presidente por el partido Colorado -hoy en la oposición- en las elecciones de 1998.

Carismático y de permanente protagonismo en la política paraguaya, pronunciaba sus discursos en guaraní; la lengua hablada por la mayoría pobre de Paraguay.

En las afueras de Asunción, mando construir en un parque un espacio conocido como «Linódromo» en donde congregaba a sus seguidores.

Hacia las elecciones de 1998 figuraba al frente en los sondeos, pero dos meses antes de los comicios el entonces presidente Juan Carlos Wasmosy (1993/98), lo acusó de haber intento un golpe en 1996 y una corte marcial lo condenó a 10 años de prisión.

Desde entonces alternó su vida entre la cárcel, el poder y el exilio.

Cárcel y exilio

Con Oviedo preso y bajo el lema «Cubas al gobierno, Oviedo al poder», Raúl Cubas, su delfín político, triunfó en los comicios de 1998 con 54% de los votos.

Cubas asumió en agosto de 1998 y liberó a su mentor al asumir el poder.

El 28 de marzo de 1999, Cubas entregó el poder acusado junto a Oviedo por la muerte de Argaña y de 7 manifestantes antigubernamentales. Oviedo fue autorizado a salir de la cárcel y marchó a la Argentina.

El 9 de diciembre de 1999, un par de días antes de la asunción presidencial de Fernando de la Rúa, quien había prometido expulsarlo de Argentina durante su campaña electoral, Oviedo huyó de ese país. Reapareció en junio de 2000 en Foz de Iguazú, Brasil, donde fue capturado por la policía brasileña.

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Cartes afirma que prioridad de Paraguay es Mercosur pero mira al Pacífico

Fundador del tratado Mercosur con Argentina, Brasil y Uruguay tras el acuerdo firmado en la capital paraguaya el 26 de marzo de 1991, Paraguay se halla suspendido por sus socios desde el 29 de junio de 2012.

/ 29 de abril de 2013 / 23:45

El presidente electo de Paraguay, el rico empresario tabacalero Horacio Cartes, dijo que su prioridad cuando asuma el 15 de agosto será resolver los asuntos pendientes que tiene Paraguay con el Mercosur, pero admitió que tiene interés en profundizar sus relaciones con la Alianza Pacífico.

«Yo pienso que necesitamos primero resolver los asuntos que tenemos pendientes con nuestros vecinos del barrio (el Mercosur, formado por Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela). A este barrio pertenecemos y no nos podemos mudar», dijo Cartes a la AFP, poco antes de someterse el domingo a una infiltración por una hernia de disco que padece.

El jefe de Estado electo en los comicios presidenciales del 21 de abril respondió de esa forma a una pregunta sobre las posibilidades de entablar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos.

Fundador del tratado Mercosur con Argentina, Brasil y Uruguay tras el acuerdo firmado en la capital paraguaya el 26 de marzo de 1991, Paraguay se halla suspendido por sus socios desde el 29 de junio de 2012.

Los presidentes Cristina Kirchner de Argentina, Dilma Rousseff de Brasil y José Mujica de Uruguay resolvieron excluir a Paraguay del bloque, disconformes con la decisión del Congreso de destituir vía juicio político al ex presidente Fernando Lugo.

En contrapartida, decidieron incluir a Venezuela, cuyo ingreso había sido rechazado por el parlamento paraguayo, que esgrimió denuncias de violaciones a los derechos humanos por el gobierno de Hugo Chávez.

Para Cartes, que Paraguay se retire del Mercosur sería un contrasentido. «Tenemos una población económicamente activa que en un 29 o 30% depende del Mercosur».

«Si nosotros nos vamos del Mercosur, se van a cerrar muchas fábricas. No van a venir las empresas japonesas a invertir, ni se van a aprovechar nuestros atractivos, la energía eléctrica barata y la mano de obra. Sin el Mercosur nuestros trabajadores quedarán en la calle», explicó el mandatario electo.

No obstante, dijo que la segunda prioridad de su gobierno será la denominada Alianza Pacífico, integrada por Chile, Perú, Colombia y México, y sus lazos con el sudeste asiático.

«Allí se abre un mercado de cuatro mil millones de personas. En realidad, a mí me interesan todos los mercados. Las fronteras cayeron», precisó Cartes.

Interrogado si entablará relaciones con China, contestó que no. «Nosotros vamos a respetar a Taiwán», país con el que Paraguay mantiene relaciones desde 1957.

«China y Taiwán tienen acuerdos. China hoy día está presente en Paraguay, que está invadido por sus mercaderías. Inclusive se nutre de nuestra producción agrícola», observó.

Elogió a Taiwán por la colaboración prestada a Paraguay en educación. «Queremos que nos sigan ayudando en educación, a mejorar nuestra producción y a conseguir mercados. Me interesa ese tipo de asistencia extranjera, que lleguen a la gente», enfatizó Cartes.

«Somos un estado productor y no tengo dudas que, en un futuro próximo vamos a enfrentar el desafío de la industria», advirtió.

Preguntado sobre qué tratamiento dará a Venezuela y si promoverá que el nuevo Congreso que se instalará el 1 de julio apruebe el ingreso de Venezuela al Mercosur, ya que para el actual Congreso su entrada ha sido ilegal, el presidente electo paraguayo respondió que pondrá empeño para que todo se normalice.

Comentó que todos los presidentes del Mercosur lo llamaron, incluído Nicolás Maduro, y que sintió «calidez en los contactos» que mantuvo con cada uno de ellos.

«Es cierto que tenemos cosas que arreglar sobre el Estado de derecho, pero cuando hay voluntad, todo se puede», enfatizó Cartes, propietario de unas 25 compañías en los ramos más diversos, el principal de ellos, la industria tabacalera.

«Yo prefiero mirar en positivo. La complementación nos va a traer más beneficios que la confrontación. A mí me interesan los resultados tangibles, concretos. Me interesa menos hablar de literatura política. Me gusta discutir sobre asuntos que arrojen resultados», concluyó.

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