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Parlamento uruguayo se apresta a legalizar matrimonio homosexual

El Parlamento uruguayo prevé dar el miércoles sanción definitiva a un proyecto que legalizará el matrimonio homosexual, iniciativa considerada revolucionaria por quienes defienden la norma y que convertirá al país en el segundo de la región en permitir estas uniones, después de Argentina.

El proyecto será votado en la Cámara de Diputados, que ya lo aprobó en diciembre de 2012 pero debe ratificarlo, luego que el Senado le realizara modificaciones.

«Va a ser una ley muy amplia y generosa y creo que va a dejar al país a la cabeza de las naciones que otorgan este tipo de derechos, porque contempla otros aspectos que van mucho más allá del matrimonio», dijo a la AFP Omar Salsamendi, uno de los fundadores de la comunidad de familias LGBT y homoparentales de Uruguay.

El proyecto sostiene que «el matrimonio civil es la unión permanente, con arreglo a la ley, de dos personas de distinto o igual sexo» pero además incluye cambios -tanto para parejas homosexuales como heterosexuales- en las normas sobre filiación, divorcio, edad mínima para contraer matrimonio, régimen sucesorio, adopción y el orden de los apellidos de los hijos, que será de libre elección de las parejas.

«Es algo bastante revolucionario», sostuvo Salsamendi, un periodista de 40 años, que se casó el año pasado en Buenos Aires con Federico Macerattini, administrativo y estudiante de abogacía, de 20 años.

En los últimos seis años, Uruguay legalizó la unión civil de homosexuales y la adopción de niños por parte de parejas del mismo sexo, además de habilitar el cambio de nombre y sexo y el ingreso de homosexuales a las Fuerzas Armadas.

Para Magdalena Bessonart, de Ovejas Negras, colectivo que reúne a lesbianas, gays y travestis, la legalización del matrimonio homosexual tiene un «valor simbólico».

«La sociedad uruguaya es muy laica. En lo que cree es en el Estado y en las leyes», explicó. «Lo que es legal está bien, por eso las luchas van por la legalización de las cosas».

Según Bessonart, «las cosas que se institucionalizan hacen que después sea mucho más fácil» su aceptación.