El Pentágono anunció este martes la apertura de una investigación penal sobre la fuente que facilitó los documentos clasificados que filtró el fin de semana la organización Wikileaks.

El coronel David Lapan, portavoz del Pentágono, indicó que la investigación correrá a cargo de la división investigadora del Ejército de Tierra, la misma que llevó a cabo la investigación sobre el analista de inteligencia Bradley Manning, de 22 años, acusado el mes pasado de filtrar otros documentos a la página de internet de Wikileaks.

Según Lapan, no está claro si las docenas de miles de documentos divulgados el pasado domingo proceden de Manning o su filtración es responsabilidad de otra persona. El lunes, el portavoz había indicado que la filtración podía haber sido obra de cualquier persona con autorización para acceder a documentos secretos.

En sus declaraciones ayer, Lapan indicó que la investigación se centrará «en un espectro más amplio» de personas que pudieron ser la fuente de la filtración.

«La investigación no se centrará sobre un individuo en particular, tiene un espectro más amplio», declaró el portavoz.

Wikileaks, una organización que se dedica a denunciar en internet malas prácticas, publicó el domingo por la noche en su página de internet la mayor parte de los documentos, bajo el título «Diario de la Guerra Afgana».

Estos documentos que ahora son investigados abarcan desde enero del 2004 hasta 2010, según indica la organización.

La filtración preocupa al presidente Obama

El presidente de EEUU, Barack Obama, se declaró ayer «preocupado» por la filtración de cerca de 91.000 documentos secretos sobre la guerra de Afganistán a la página de internet Wikileaks.

En una breve declaración a la prensa, Obama manifestó estar «preocupado por la divulgación de información sensible en Wikileaks». Sin embargo, restó importancia a las revelaciones de esos documentos, al indicar que las informaciones son antiguas y sólo contienen «los mismos desafíos que nos llevaron a poner en marcha una nueva estrategia» en diciembre pasado. «Por eso aumentamos nuestro compromiso» con la guerra y la dotación de tropas, que se ha elevado en 30.000 soldados más desde la adopción de la nueva estrategia.