El presidente de Haití, Michel Martelly, recordó ayer, visiblemente emocionado, a las víctimas del terremoto que asoló el país el 12 de enero de 2010 causando más de 250 mil muertes y 1,5 millones de desplazados, y además afirmó que el país se recupera.

“Me inclino en memoria de las víctimas. Todavía oigo el inmenso grito de dolor de las familias amputadas, pero ¡enjuguen sus lágrimas! A pesar de todos los sufrimientos, Haití se levanta”, declaró el Jefe de Estado desde un estrado levantado sobre las ruinas del palacio presidencial que se derrumbó el día del sismo.

 “Un montón de chatarra y de piedras, eso es todo lo que el 12 de enero de 2010 dejó del palacio del pueblo haitiano, pero la bandera permanece levantada y orgullosa”, agregó Martelly, quien se comprometió a reconstruir el edificio respetando las normas de prevención de derrumbes.
Integrantes del Gobierno, diplomáticos y funcionarios asistieron a la breve ceremonia, mientras que los haitianos se reunían en las iglesias abiertas para la ocasión y entonaban tristes cánticos en memoria de las víctimas.

 Horas antes, el Presidente pidió durante un encuentro con periodistas la renovación de los programas internacionales de ayuda y que el Gobierno reciba directamente más fondos que ahora van a las organizaciones no gubernamentales. “¿A dónde fue el dinero que se le dio a Haití después del terremoto?”, se preguntó Martelly.

“La mayor parte de la ayuda fue utilizada por organizaciones no gubernamentales para operaciones de emergencias, no para la reconstrucción de Haití”, explicó.

 “Lo mejor es trabajar con el Gobierno”, agregó Martelly, quien  además hizo hincapié en la necesidad de “implementar un mejor sistema que tenga resultados”.

 La Unión Europea prometió el viernes dar otros $us 40,7 millones a Haití, y la comisaria de ayuda humanitaria del bloque, Kristalina Georgieva, señaló que siguen “comprometidos a ayudar a los haitianos necesitados y al país con su reconstrucción”.

En los últimos años se construyeron cientos de casas y el Ejecutivo se ha establecido en edificios prefabricados, hasta que los ministerios puedan ser reconstruidos. Sin embargo, el proceso es muy lento hasta el momento.