La cúpula del Gobierno venezolano se hallaba ayer en La Habana, a una semana de la fecha en que Hugo Chávez, gravemente enfermo en la capital cubana, debe asumir su cuarto mandato y continúa la incógnita sobre qué ocurrirá si no puede estar presente.

La última y escueta información oficial no permite hacerse una idea del estado en que se encuentra el Presidente. “Estable dentro de su cuadro delicado”, indicó desde La Habana el ministro de Ciencia y Tecnología, además de cuñado de Chávez, Jorge Arreaza. Lo cierto es que La Habana se ha transformado en el centro de decisiones de esta delicada situación que enfrenta el Gobierno venezolano.

Adán Chávez, el más político de los hermanos del Mandatario, llegó el miércoles a la capital cubana, donde permanecía el vicepresidente Nicolás Maduro, designado como el candidato chavista a unas elecciones presidenciales que se vislumbran cada vez más como la salida institucional a la crisis desatada por el agravamiento del Presidente.

Según el diario venezolano La Nación el exvicepresidente de Venezuela Elías Jaua aseguró que será el mismo Chávez quien dirá qué harán sus seguidores a partir del 10 de enero.

Además de Maduro y del hermano mayor del Presidente, se encontraban en La Habana la procuradora general, Cilia Flores, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, y otras autoridades cercanas al Mandatario.