Presidente de República Dominicana advierte de riesgo contagio de crisis paraguaya
El presidente dominicano indicó que "no resulta lógico que cuando faltan siete u ocho meses para una cita electoral en el que el pueblo paraguayo pueda escoger libremente su gobernante.
El presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, advirtió hoy en el Parlamento Europeo de que existe el «riesgo de contagio» de la crisis política en Paraguay a otros países de América Latina, y manifestó su rechazo a la destitución de Fernando Lugo de la Presidencia del país.
«Se trata de una intervención abrupta en el orden constitucional y democrático que no solamente afecta al país donde ha tenido lugar, sino que nos preocupa a todos por el efecto contagio que pueda tener», declaró Fernández, quien protagonizó hoy una reunión extraordinaria en Bruselas de la delegación del Parlamento Europeo en la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (Eurolat).
El gobernante dominicano recordó que América Latina ya lleva más de treinta años de «transición» hacia el Estado de derecho y la democracia, y que esos avances se han producido gracias a la creación de instituciones que garantizan los derechos de los ciudadanos, como los tribunales constitucionales, que vigilan al poder.
«En algún momento, nuestra democracia se ha visto empañada por acontecimientos, por ejemplo, como el golpe de Estado que se dio en Honduras hace ya dos años y medio, o el caso reciente que ha ocurrido en el Paraguay», comentó.
Fernández afirmó que «son casos que vemos con preocupación, porque independientemente de que se pueda ver como un caso clásico o típico de golpe de Estado latinoamericano, o no», en su opinión «sí se trata de un caso atípico o anormal de procesamiento político de un jefe de Estado, sin que haya podido asumir su mecanismo de defensa».
A su juicio, esa circunstancia ha puesto «en riesgo la estabilidad de todo el continente, por el efecto contagio que esto pudiese tener».
El presidente dominicano indicó que «no resulta lógico que cuando faltan siete u ocho meses para una cita electoral en el que el pueblo paraguayo pueda escoger libremente su gobernante, el orden constitucional y democrático sea interrumpido mediante el uso de un mecanismo, aparentemente constitucional y legal, pero que altera el orden democrático en ese país», apuntó.
El gobernante se mostró a favor de que los presidentes en América Latina «puedan concluir su mandato», a menos que incurran en faltas «de tal naturaleza que conlleven a que sea separado del Gobierno», algo que en su opinión no ocurrió en el caso de Lugo.
Desde su punto de vista, las protestas campesinas que estuvieron en la raíz del proceso a Lugo «no son motivo» para su destitución, ya que constituyen un problema cotidiano en muchos países de la región.
En el debate con los eurodiputados, el presidente de la Delegación del Parlamento Europeo para las Relaciones con los Países del Mercosur, el socialista español Luis Yáñez-Barnuevo, consideró «preocupante» la «interrupción brusca» del procedimiento constitucional en Paraguay.
Abogó por esperar al retorno de la misión que el Parlamento Europeo enviará a Asunción entre el 15 y 18 de este mes, y que él mismo encabezará, para extraer conclusiones sobre el asunto.
Por su parte, la eurodiputada conservadora española Esther Herranz consideró en cambio que en el proceso a Lugo «se respetaron escrupulosamente las reglas», y que cualquier pronunciamiento en términos negativos del Parlamento Europeo sería «una injerencia insoportable e indebida».