El régimen norcoreano declaró ayer “completamente nulo” el alto el fuego con Corea del Sur alcanzado hace seis décadas, un anuncio considerado vacío en Seúl pero que mantiene la incertidumbre sobre el futuro de la paz en la región.

La declaración de nulidad del alto el fuego fue oficializada por el diario estatal de Corea del Norte Rodong Sinmunen respuesta al inicio, horas antes, del ejercicio militar anual Key Resolve en el Sur con unos 3.500 efectivos estadounidenses y 10 mil surcoreanos.

Toda Corea del Norte y sus misiles está listos “para la batalla final”, asegura el diario oficialista. Corea del Sur observa con escepticismo la anulación del armisticio por parte del militarizado régimen comunista, una medida que Pyongyang anunciada como respuesta a las sanciones de la ONU por su tercera prueba nuclear.

El alto el fuego “se mantendrá vigente hasta que sea sustituido expresamente por enmiendas y adiciones aceptables para ambas partes” o por un acuerdo de paz definitivo, expone el texto firmado el 27 de julio de 1953 por China y Corea del Norte, por un lado, y EEUU y la ONU, por el otro.

No obstante, la tensión acumulada tras varios días consecutivos de amenazas norcoreanas despierta en las autoridades de Seúl el temor a un posible ataque, por lo que, según el Gobierno, “el Ejército vigila de cerca cualquier movimiento de Corea del Norte”.