La mayoría de los colegios reabrieron el martes en Newtown tras la matanza el viernes pasado en este pueblo de Connecticut (noreste de Estados Unidos), aunque los sobrevivientes de la tragedia seguían en sus casas y su escuela primaria permanece cerrada.

Los buses escolares de color amarillo volvieron a circular en Newtown, que tiene unos 5.400 de niños inscritos en la educación primaria y jardín de infantes.

Pero solo se trata de un principio de normalización para este pueblo que vive una pesadilla desde el viernes, cuando un joven de 20 años mató a su madre en su domicilio y luego de dirigió a la escuela primaria Sandy Hook donde asesinó a 20 niños y seis adultos antes de quitarse la vida.

Las clases se iniciaron con dos horas de retraso y policías fueron apostados en la puerta de los edificios, constató un periodista de la AFP.

En Hawley School, una pareja llevó de la mano a pequeño hijo y abrazó al policía en la puerta.

«Está muy contento de volver con sus amigos», dijo la madre, mientras su marido indicaba que en esta jornada «no había palabras, sólo lágrimas».

Otro padre, Peter Muckell, comentó cómo despidió a su hija Shannon de 8 años en la entrada del mismo colegio: «Sólo le dije que la amaba y le di un beso».

En una muestra de solidaridad, la trompa de todos los buses escolares fue decorada con cintas blancas y verdes, los colores de la escuela Sandy Hook.

«Las cintas fueron preparadas durante la noche por los propietarios y empleados de la compañía», dijo Joan Baumgart de All-Star Transportation, que tiene 50 vehículos escolares en Newtown.

Los sobrevivientes de la matanza -cuya escuela permanece cerrada y es una de las dos escenas del crimen donde trabaja la policía- se quedaron en sus casas y recién volverían a clases hacia fines de la semana en otro colegio cerca de Newtown.

Mientras tanto, el pueblo seguía enterrando a sus víctimas, tras los dos primeros funerales realizados el lunes, en tanto este martes tenían lugar los entierros de varios niños.

En cuanto a la investigación, la policía no dio más detalles sobre lo que habría encontrado al registrar la casa de la madre del autor de la matanza, Adam Lanza, quien no tiene antecedentes criminales, y que podría explicar lo ocurrido.

Entre los elementos que se examinan están el rifle y los revólveres que Lanza llevó a la escuela Sandy Hook y que pertenecían a su madre Nancy.

La prensa estadounidense también informó que la policía analizaba el disco duro del ordenador del joven.

De a poco va surgiendo la imagen de un joven que nadie conocía bien y de una madre que hizo todo para protegerlo pero que, de manera finalmente trágica, le transmitió su pasión por las armas.

Un ex compañero de colegio de Lanza, Alan Diaz, dijo a CNN que el autor de la matanza era «una persona muy inteligente» con el «aspecto típico de ratón de biblioteca» y que, a diferencia de los otros chicos que llevaban una mochila cargada de cosas, iba a clases con un bolso con un ordenador.

«Todos sabíamos que, de un modo, tenía problemas para relacionarse y sentíamos que podría haber algo mal en él», afirmó Diaz.

Este joven recordó compartir violentos video juegos con Lanza, pero aseguró que quedó sorprendido al enterarse que Lanza iba a practicar tiro con su madre.

«Nunca imaginé a Adam queriendo empuñar un arma. No imagino gente tímida y tranquila en un campo de tiro», señaló.

Diaz concluyó diciendo que Lanza «era un buen chico»: «Lo que hizo ése día habrá sido malvado, pero hasta ahí era un chico como cualquier otro», indicó.