La comisión que investiga acusaciones de supuesta implicación de los servicios secretos británicos en casos de torturas anunció ayer que examinará revelaciones sobre una presunta complicidad del Reino Unido en la entrega de sospechosos de terrorismo a Libia.
«La investigación está examinando la medida de la implicación o el conocimiento del Gobierno británico en el trato incorrecto de los presos, incluida su entrega (a terceros países sin el debido proceso legal)», declaró una portavoz de la llamada Comisión Gibson de Gran Bretaña.
La comisión, presidida por el juez retirado Peter Gibson, fue creada por el primer ministro David Cameron en julio del 2010 para que investigara de forma independiente las acusaciones de complicidad del MI5 y el MI6, los servicios secretos interiores y exteriores británicos, en torturas contra sospechosos tras los atentados del 11 de septiembre del 2001.
Varios diarios publicaron el fin de semana que estadounidenses y británicos cooperaron estrechamente en los últimos años con los servicios secretos del coronel Muamar Gadafi, hasta tal punto tal punto que la CIA entregó prisioneros al régimen libio para que fuesen interrogados.