Al menos 39 personas murieron ayer en una nueva jornada de protestas en Siria, la mayoría en el norte del país durante una amplia operación militar para buscar a soldados desertores, informó el portavoz de un grupo opositor.

El activista de los Comités de Coordinación Local en Siria, Omar Edelbe, dijo a EFE por teléfono desde Beirut que la mayoría de las víctimas se registró en la provincia septentrional de Idleb, donde al menos 17 personas fallecieron por la represión de los leales al régimen de Bachar al Asad.

«Las fuerzas de seguridad lanzaron amplias operaciones en zonas donde hay ocultos soldados desertores, especialmente, en la zona de Yabal Zauyia, fronteriza con Turquía, donde puede haber unas 10 aldeas», explicó el opositor.

Según Edelbe, en las operaciones las fuerzas de seguridad están empleando carros de combate y aparentemente los desertores se han enfrentado a los leales al Gobierno, que ha negado que haya renuncias en las filas del Ejército.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos reveló que los cadáveres de 11 desaparecidos el jueves en aldeas de Yabal Zauyia fueron encontrados ayer. Las organizaciones de la oposición siria han denunciado que desde hace dos días las áreas fronterizas del norte del país son objetivo de una vasta operación del Ejército, que ha desplegado tanques y batallones de infantería para peinar las montañas en busca de opositores al régimen.