El Gobierno de Japón despedirá a tres altos funcionarios responsables de política nuclear por su responsabilidad en la gestión de la crisis en la central de Fukushima, informó ayer el ministro japonés de Industria, Banri Kaieda.

Los afectados son el viceministro de Economía, Comercio e Industria, Kazuo Matsunaga; el responsable de la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial, Tetsuhiro Hosono; y el responsable de la Agencia para Recursos Naturales y Energía, Tetsuhiro Hosono. El propio Kaieda, que no precisó cuándo ejecutará los despidos, anunció su intención de presentar su dimisión por la confusión creada en torno a la reactivación de los reactores nucleares paralizados en Japón, aunque tampoco puso fecha a su salida.

El 70 por ciento de los 54 reactores del archipiélago japonés están detenidos a raíz de la crisis en la central nuclear de Fukushima, desatada por el terremoto y el devastador tsunami del 11 de marzo de este año.

Muchas de las unidades nucleares paralizadas  lo estaban ya antes aquella catástrofe por inspecciones rutinarias a las que obliga la legislación nipona. Tras el tsunami, ninguna de ellas reanudó sus operaciones, ante la desconfianza de la población por lo ocurrido en la central de Fukushima, epicentro de la peor crisis nuclear en 25 años.

En los próximos meses los 16 reactores que están ahora activos tendrán que detenerse de forma escalonada para someterse a controles rutinarios, por lo que, de no reanudarse las operaciones en ninguno de los parados, Japón se quedará sin centrales nucleares activas para la primavera del 2012.