Rusia comunicó a Estados Unidos que debe cerrar la representación de su Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid) en territorio ruso a partir del 1 de octubre, informó ayer el Ministerio ruso de Asuntos Exteriores.

La decisión, según indicó el portavoz de la diplomacia rusa, Alexandr Luskashévich, fue adoptada debido a que el “carácter” de las actividades en Rusia de los representantes de Usaid “muchas veces no se corresponde con el objetivo declarado de promover el desarrollo de la cooperación humanitaria bilateral”.

Según el representante diplomático, Usaid intentó “influir” —mediante la entrega de “subvenciones”— en los procesos políticos, incluidas “elecciones de distinto nivel, y las instituciones de la sociedad política”.

En julio, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, promulgó una ley que obliga a registrarse como “agentes extranjeros” a las ONG que reciban financiamiento del exterior y participen, al mismo tiempo, en la vida política del país.

La ley considera políticamente activas a “las ONG que (…) financien u organicen acciones políticas que persigan influir en la toma de decisiones de instituciones estatales” y participen en la formación de la opinión pública para ello. Las ONG que entran en la categoría de “agentes extranjeros” deben registrarse.