Rusia, Telurocracia y Talasocracia
Información acerca del ‘Rasputín’ (grandes medios) que habría convencido a Vladimir Putin a invadir Ucrania.
SALA DE PRENSA
En los últimos meses, debido a la atención que se da a Ucrania y Rusia, respetables medios de prensa occidentales empezaron a publicar artículos con los siguientes llamativos títulos: “Conozca a Alexander Dugin, autor del mortal libreto de Putin” (Washington Post), “Alexander Dugin: un ruso fascista que convenció a Putin de invadir” (Independet Australia), “El místico neo-nazi de Putin ‘Rasputín’ inspiró la invasión de Ucrania y quiere que Rusia domine toda Europa” (The Sun).
Más allá de la falta de profesionalismo en aquellos escritos, algo es verdad, efectivamente: Alexander Dugin es considerado como el “principal ideólogo” de Rusia. Así lo afirma Michael Millerman, uno de los expertos sobre Dugin en Occidente y traductor de muchos de sus libros al inglés.
Nacido en Moscú hace 60 años dentro de una familia militar con un padre ausente, Dugin no logró graduarse del Instituto de Aviación de aquella capital, aunque sí completó sus estudios en filosofía a nivel maestría y ciencias políticas a nivel doctorado. De gran habilidad intelectual, declarado anticomunista, siempre interesado en el mundo de lo oculto y lo místico, en 1997 publicaría, entre sus más de treinta, uno de sus más afamados trabajos: Fundamentos geopolíticos: el futuro geopolítico de Rusia. El libro, considerado el “destino manifiesto” ruso, tuvo gran influencia dentro de los círculos militares, policiales y diplomáticos rusos y presuntamente fue usado como manual en el Estado Mayor de aquel país.
Quince años después, en 2012, Dugin publicaría La Última Guerra de la Isla Mundial: La Geopolítica de la Rusia Contemporánea. Este libro introduce dos originales conceptos, los cuales pasan casi desapercibidos para las tradicionales escuelas de relaciones internacionales del realismo, liberalismo y constructivismo. Para Dugin la hishistoria de la geopolítica rusa —y del mundo— puede entenderse en base a la distinción entre las Telurocracias (del latín tellus, tierra, y del griego kratos, poder) propias de las “civilizaciones de la tierra” y las Talasocracias (del griego thalassa, mar, y kratos, poder) propias de las “civilizaciones del mar”.
Dugin considera a la actual Federación Rusa la heredera geopolítica de las previas estructuras sociales que ocuparon el “Corazón Continental”, es decir, los territorios de Siberia, Europa Oriental y Asia Central. Estos pueblos fueron las tribus eslavas orientales “Rus de Kiev” (siglos IX-XII), el Kanato Túrquico Mongol de la “Horda Dorada” (XIII-XVI), el Zarato Moscovita (XVI-XVIII), el Imperio Ruso (XVIIIXX) y la Unión Soviética (XX).
Por lo tanto, Dugin argumenta que “la geopolítica de Rusia es por definición la geopolítica del Corazón Continental; la geopolítica de la tierra. Se debe ver al mundo desde la posición de la Civilización de la tierra”.
No obstante, Rusia no siempre adoptó su rol natural de Telurocracia. Para Dugin, el último emperador Nicolás II (1895-1917), los partidos burgueses, el Ejército Blanco durante la guerra civil rusa (1917- 1923) y, en parte, el partido de los Social-Revolucionarios de Izquierda (a quienes denomina como los “masones de la Duma”) trataban de posicionar a Moscú en el bando de los estados Talasocráticos como lo son Inglaterra y Francia. Por otro lado, los bolcheviques y el Ejército Rojo de Obreros y Campesinos favorecían una Telurocracia y, por tanto, consistentemente siguieron una política de cooperación con Alemania, Turquía y otros Estados centro europeos.
En una concepción casi filosófica, Dugin argumenta que más allá de diferencias ideológicas del tipo capitalismo versus comunismo o de izquierda versus derecha, Rusia, al ser una Telurocracia por excelencia, está condenada al conflicto con las Talasocracias; encarnadas antes por el Imperio Británico y actualmente por Estados Unidos y países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN): “Este duelo se desarrolla a partir de ese entonces, desde el siglo XVIII hasta ahora, la lógica geopolítica de la historia universal, la gran guerra de continentes”, escribe.
(*) Analista internacional especializado en Medio Oriente. Es autor del libro A Role Theory Analysis of Turkey – Bolivia Relations (2021).
(*)Álvaro Montenegro P. es politólogo (*)