Los ministros de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y China, Yang Jiechi, demandaron un alto el fuego inmediato en Libia, en una rueda de prensa en Moscú al término de sus conversaciones.

«Todos los esfuerzos deben apuntar a un arreglo pacífico, y no a apoyar a una de las partes de lo que es, en realidad, un conflicto interno, es decir, una guerra civil», dijo el jefe de la diplomacia rusa.

En ese mismo sentido se pronunció el titular de Asuntos Exteriores chino, quien reiteró la postura de Pekín sobre la necesidad de un alto el fuego para «evitar una catástrofe humana aún mayor», así como de respetar la libertad de los países a elegir sus propias vías de desarrollo.

A una pregunta sobre cuál será la posición de Rusia ante la propuesta de una operación militar terrestre en Libia, Lavróv contestó que la resolución 1.973 del Consejo de Seguridad sobre ese país norteafricano excluye claramente esa posibilidad.

«Ésta es la postura de la Federación Rusa y se mantiene absolutamente invariable», enfatizó. El ministro ruso criticó al Grupo de Contacto sobre Libia, que —dijo— «procura asumir cada vez más un papel preponderante en la definición de la política de la comunidad mundial ante Libia».

Entretanto, Francia anunció ayer la expulsión de los 14 diplomáticos libios con puesto en París que se habían mantenido fieles al régimen de Muamar Gadafi, y les dio entre 24 y 48 horas para que salgan del país. En un breve comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores señaló que «Francia ha declarado personas non gratas a 14 ex diplomáticos libios».